La parroquia de San Miguel Arcángel de Salem (la Vall d'Albaida) ha denunciado ante la Guardia Civil la desaparición de la imagen de la Mare de Déu del Miracle de la capilla situada a la entrada del cementerio de esta pequeña población de menos de 500 habitantes. La incógnita sobre el robo, que se produjo durante la noche del pasado viernes, ha despertado una gran inquietud entre los vecinos.

La alarma saltó el viernes, cuando los usuarios repararon en la ausencia de la figura. En Salem, todas las casas disponen de una llave del camposanto, puesto que la falta de medios impide contratar a un vigilante que controle la instalación durante su horario oficial de apertura, de 8 a 20 horas.

A la carga sentimental que tiene la talla para los salemeros, se le suma su valor económico en el mercado, que se calcula importante. La imagen, hecha de madera a tamaño prácticamente real, fue trasladada al pueblo procedente de la Casa Beneficiencia de València a finales de la década de 1980, a raíz de las obras desplegadas en este inmueble. Aunque necesitaba ser restaurada debido a su antigüedad y su deterioro, esta operación tuvo que aplazarse porque requería del desembolso de una cantidad de dinero nada desdeñable. La calidad de la talla contrasta con la de otra pieza de la Mare de Déu más moderna que se mantiene intacta en el cementerio de Salem y que los ladrones no se llevaron. Esta circunstancia es señalada por el alcalde de la población, Juli Fenollar, para concluir que los autores «sabían a lo que iban». La figura tiene partes hechas con oro, unas vistosas serigrafías y un manto muy trabajado que la convierten en un bien codiciado para determinados coleccionistas.

Fenollar no oculta su preocupación por los hechos, puesto que se enmarcan en una espiral de robos recientes en poblaciones de la zona que han intensificado la sensación de inseguridad. Las autoridades han dado la voz de alarma para que los vecinos estén en guardia, a tiempo que llaman a la colaboración ciudadana con tal de conocer cualquier indicio que permita localizar a los responsables.

El alcalde pide más seguridad

Las dimensiones y el peso de la Mare de Déu conducen a pensar que podrían haber actuado diversas personas en el robo y que emplearon una furgoneta para transportar la pieza. La altura del muro del cementerio habría dificultado mucho su extracción. La puerta principal, única vía de entrada factible, no estaba forzada, con lo que todo apunta a que los autores hicieron uso de una llave. El hecho de que la instalación se encuentre en una partida rodeada de olivos apartada del núcleo urbano de la población facilitó las cosas.

El alcalde, que reclama una mayor presencia de efectivos de la Guardia Civil, lamenta que, como en el puesto de Castelló de Rugat no se presta servicio durante el fin de semana, el hurto no se pudo denunciar hasta ayer lunes. Hoy está previsto que una patrulla de la Benemérita inspeccione el cementerio para iniciar la correspondiente investigación.