Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La novena fase de restauración del Puig moverá 147 toneladas de materiales por helicóptero

La inminente intervención en la ermita, presupuestada en 150.000 euros, dará paso a una ultima inversión de 177.610 euros para terminar de recuperarla

La novena fase de restauración del Puig moverá 147 toneladas de materiales por helicóptero

No es un espejismo. Un cartel en el trayecto de subida al cerro del Puig anuncia las esperadas obras de la novena fase de restauración de la ermita que lo corona. Lo ha instalado el Ayuntamiento de Xàtiva, coincidiendo con la tradicional romería reivindicativa que mañana desembocará en la cima. Después de varios años de parálisis y de sequía inversora, la licitación de los trabajos esta próxima gracias a una inyección de 100.000 euros de la diputación, que se complementa con una partida adicional de 50.000 euros aportada por el consistorio. El plazo de ejecución de la penúltima fase, que se alargará hasta 2019, es de 4 meses. Una vez terminada, todavía restará una inversión adicional de 177.610 euros para completar la recuperación integral del inmueble y abrirlo al público.

El proyecto diseñado por el arquitecto Vicente Torregrosa contempla la continuación y puesta al día de las obras que se iniciaron en el año 2000, en base a un proyecto previo redactado en 1994 por el arquitecto municipal Antonio Vela, que ha sido objeto de una actualización, tanto en sus planteamientos como en la documentación recopilada. Situada a 290 metros de altitud, la ermita del Puig es una edificación construida en el siglo XIV, de estilo gótico. El trabajo de Torregrosa describe minuciosamente las intervenciones y añadidos que se sucedieron a lo largo de los siglos en el edificio, cerrado al culto desde 1936. La hoja de ruta quirúrgica definida por el arquitecto sigue criterios de intervención muy cuidadosos. El objetivo: recuperar «el máximo posible y razonable» de los elementos arquitectónicos del valioso monumento que forman parte de la memoria colectiva. Las obras entrañan una gran dificultad por las condiciones orográficas del emplazamiento. Como ya sucedió en anteriores fases, se hace indispensable el uso de un helicóptero y de una carretilla oruga para mover buena parte del material de trabajo. Por su importancia presupuestaria, el proyecto recoge un estudio que calcula en 147.242 kilos el volumen de cal hidráulica, madera, arena, grava de río y ladrillos (entre otros elementos) que será necesario transportar por vía aérea en esta novena fase. Según las previsiones, se precisaría de algo más de dos días y 8 horas de vuelo diarias de viajes para trasladar la carga, con un presupuesto de 32.000 euros.

Las obras más inminentes comienzan por la reparación de la senda de acceso a la ermita, para facilitar el trasiego de materiales. A continuación, se contempla la consolidación y el acabado de diversas partes cuya rehabilitación quedó incompleta con las ocho fases precedentes. En la nave de la iglesia y el presbiterio se impermeabilizará y rematará la cubierta, con la definición de bordes y la evacuación de aguas. Además, se recuperará el dentado característico en el remate de los muros perimetrales. La cubierta de la sacristía será retejada, puesto que el viento ha desplazado buena parte de las tejas. En el atrio, se repondrá la bóveda de crucería de nervios de yeso y se recrecerán los muros perimetrales. La fachada oeste y norte, correspondiente a la sacristía, será remozada y se retirará el andamiaje empotrado. El lado oeste del patio será consolidado, puesto que la portada principal de fábrica de sillería reviste peligro de derrumbe. También se repondrán los muros en los lados este y sur.

Para completar la definición estructural, en una fase posterior se recuperará la vivienda del ermitaño (prácticamente desaparecida y con el sótano colmatado por escombros), se remozarán exteriormente los muros de la nave de la iglesia y el atrio y se repondrá parcialmente el porche del patio. Las últimas actuaciones pendientes se asocian a los acabados y a la adecuación interior: un estudio-limpieza de los paramentos de la nave permitirá detectar la existencia o no de nuevos restos de policromía; se restaurarán muros, pilares, nervios y claves; el pavimento de la iglesia será reparado; se instalará un pararrayos, se aislarán térmicamente puertas y ventanas y habrá trabajos de pintura y carpintería. Se ha descartado recuperar las estancias de la vivienda situada encima del atrio, la espadaña y una parte de los porches del patio.

Compartir el artículo

stats