La agresión a un guardia civil que quiso practicarle una prueba de alcoholemia ha precipitado el final de la carrera política del candidato y portavoz del PSPV de l´Olleria, Héctor Such. El regidor, que gestionó las áreas municipales de Cultura, Turismo y Policía Local hasta que Compromís lo expulsó del gobierno municipal en diciembre por amenazar con «partir la cara» al alcalde, fue detenido el pasado sábado por la noche después de sufrir un accidente a la altura de Cerdà. Such amaneció en el cuartel de Canals, acusado de un delito de atentado contra la autoridad.

Los hechos ocurrieron en torno a las 23.40 horas. Such, que no circulaba a gran velocidad, se estampó contra la barrera de seguridad de la carretera y se subió a un bordillo. Hasta el lugar del incidente acudieron agentes de la Policía Local de l´Alcúdia de Crespins y Canals, así como de la Guardia Civil de Tráfico, que procedieron a someter al concejal al test de alcoholemia, tras apreciar evidentes signos de embriaguez en su comportamiento. Sin embargo, el que fue teniente de alcalde de l´Olleria hasta que se rompió el pacto hace cinco meses, mostró una actitud violenta e hizo amago de marcharse caminando del lugar. Cuando un agente de la Benemérita lo cogió del brazo para intentar que se calmara, Such le agarró un dedo y se lo retorció hasta ocasionarle la fractura de un hueso. Una lesión por la que la víctima debe permanecer alrededor de dos meses de baja.

Such, de 52 años, está a la espera de que la denuncia por agresión y desobediencia llegue al juzgado, según ha podido saber este diario. El regidor no niega lo sucedido, pero rechaza que esa noche circulara bajo los efectos del alcohol. Según su testimonio, sufrió «un episodio grave de hipoglucemia» mientras conducía que desembocó en un estado de «ansiedad e ira». Aún así, asegura no recordar prácticamente nada. «Nunca me había pasado algo así. No era consciente de lo que hacía: me quedé como ciego», sostiene. Such regresaba a Canals después de acudir a una fiesta de la comparsa Piratas en l´Olleria. Acababa de salir de la autovía cuando, al llegar a una rotonda, se produjo el accidente. «Iba a 30 o 40 kilómetros por hora. Si no, podría haberme matado», apunta.

El concejal afirma que ingirió «tres cervezas» y «dos tónicas» con «medio centímetro de ginebra» y atribuye el suceso al hecho de que llevaba «dos meses» sin tomarse la medicación para la diabetes. «En la cena me comí dos platos de gazpacho y me subió el azúcar a lo bestia: no tenía uso de la razón», argumenta a preguntas de Levante-EMV. Such añade que estuvo «al borde del coma» y que acudió a urgencias «tres veces» con posterioridad al incidente. Este diario solicitó pruebas documentales al edil, que proporcionó un justificante de asistencia a una consulta médica del pasado martes y un parte de ayer emitido a las 12 en el centro de salud de l´Olleria, donde el facultativo indica que su relato «es compatible» con un síndrome confusional y de agitación psicomotriz como resultado de una hipoglucemia que, sin embargo, señala como «no contrastada». El mismo médico le ha solicitado una prueba en el hospital. Pero los agentes no tuvieron dudas del estado de embriaguez por el que atravesaba el regidor el sábado, después de tratar un buen rato con él. Prueba de ello es que, lejos de requerirle asistencia sanitaria, lo mandaron al cuartel, donde pasó la noche.

«Me duele en el alma»

Such asegura que le «duele en el alma» haber agredido a un guardia civil porque «los aprecio muchísimo», si bien cree que hubo «un fallo de protocolo». «Nunca he tomado drogas. Soy excursionista y salgo mucho a la montaña». El edil asegura que del suceso solo recuerda «despertar con sangre en el brazo y con el cuello dolorido», así como «caminar por el césped» cuando el agente le cogió del brazo y, «muy amablemente», agrega, trató de convencerle de que se detuviera, ante el peligro de que lo atropellaran. Such anuncia que dejará el acta de concejal formalmente en el próximo pleno y que no repetirá como candidato en las elecciones de 2019. La razón: «motivos de salud».