Con las brasas de la última bronca en el gobierno municipal de Xàtiva todavía humeantes, el portavoz de Ciudadanos (Cs) en el ayuntamiento, Juan Giner, salió ayer a la palestra para pedir la dimisión de la regidora de Igualdad, Cesca Chapí (EU). El motivo: la polémica decisión de colocar una gran bandera con un lazo morado en la muralla del castillo contra los incumplimientos del Gobierno del PP en materia presupuestaria, una medida no consensuada con sus socios y no autorizada por Patrimonio que desoyó las advertencias del alcalde socialista sobre la ausencia de permisos. La tela fue retirada poco después por orden de la regidora delegada de la fortaleza, después de que Chapí accediera al monumento al frente de una marcha de colectivos feministas.

Giner responsabiliza a la edil de «generar una confrontación» que, a su juicio, «no beneficia nada a la ciudad» y la acusa de gestionar el consistorio «como si fuera el cortijo de un partido». «Están haciendo lo mismo que criticaban: acordaron un pacto para trabajar por la ciudad y demuestran que cada socio de gobierno va por su lado a sacar lo que pueda», mantiene el concejal de la formación naranja, para quien la controversia «hace un flaco favor a la lucha por la igualdad, que es la lucha de todos y no de un solo partido». Giner cree que en el último mes «ha podido visualizarse perfectamente» la guerra interna en el tripartito, que, bajo su punto de vista, «va ir en aumento hasta las elecciones». «Este enfrentamiento es uno más: se están disparando un tiro en el pie y eso no favorece nada al consistorio». El portavoz de Ciudadanos cuestiona las explicaciones que dio Chapí a este diario para defenderse de los reproches de procedentes del PSPV. Giner aclara que ni su formación ni otras fuerzas estuvieron presentes en la reunión del Consell de les Dones en la que se decidió la acción del sábado, como dio a entender la responsable de Igualdad. El edil pide al alcalde «firmeza» para evitar «este tipo de actuaciones» y anticipa «un final agónico de legislatura» por la división interna. «Ha habido muchos casos en los que [Cerdà] no ha querido moverse», incide. El representante naranja también censura el «enfrentamiento total del edil Miquel Alcocel con los funcionarios», que ha generado un clima de malestar en el personal por su «trato a gritos» a algún empleado. Giner ha pedido a los regidores «educación y saber estar».

«Todos hemos de ser ejemplares»

En el debate sobre el último encontronazo público entre PSPV y EU también terció ayer la edil de Urbanismo y portavoz de Compromís en el ayuntamiento. Cristina Suñer marcó distancias con Chapí y, en declaraciones a la Cope, subrayó que «todos hemos de ser ejemplares» en el respeto y la difusión del patrimonio, teniendo en cuenta que el consistorio «se pasa el día» esforzándose por que los propietarios privados cumplan la ley y mantengan en buenas condiciones sus inmuebles. Para Suñer, la acción no autorizada del sábado choca con la política desplegada en el ámbito de la protección de los elementos protegidos del conjunto histórico. «No hemos de sobrepasar esos límites», dijo. Suñer, eso sí, admitió que en el castillo «hay elementos impropios que hemos de retirar», en alusión a la antena de telefonía móvil a la que hizo referencia Chapí para justificar la colocación de la bandera.

La regidora de Igualdad defiende que la actuación fue inofensiva y censura el hecho de haber sido «desautorizada» después de que la bandera fuera retirada «sin avisar a las participantes» de la marcha reivindicativa. Chapí admite que el jueves le telefoneó el alcalde para señalarle la falta de permiso, pero no le consta «ninguna resolución por escrito» de Patrimonio. La edil indica que parte de la gestión del castillo es compartida entre la conselleria y el ayuntamiento (aunque a Cultura le compete la vertiente patrimonial y las facultades de defensa y conservación), esgrimiendo que también se colocan otros elementos impropios en el BIC, como la estrella de Navidad o la antena de telefonía «y nadie dice nada». La concejala recalca que la colocación de la bandera «no resultó lesiva» para el entorno amurallado porque, según ésta, se emplearon «cuerdas de nylon especiales que usan los escaladores» y «una barra de plástico para que la tela no se moviera ni se dañara la estructura».