Consuelo Yubero, dueña de la colección, ha explicado a Efe que lleva treinta años coleccionando muñecas antiguas y lo que más le ha "llamado la atención y emocionado" es recopilar todos los accesorios de las muñecas".

"Los accesorios y vestidos de Mariquita Pérez eran idénticos a los de los niños de verdad; los zapatos eran de piel, los tejidos de primera calidad y las gafas de carey", explica Yubero quien, además, ha conseguido recopilar todos los catálogos de la época para añadir a la colección.

En la muestra que arranca mañana también se exhibirán las ilustraciones y literatura que rodeaban a estas muñecas como, por ejemplo, los cuentos ilustrados por Jesús Blasco, que acompañaban a Anita Diminuta, o las postales que coleccionaban las niñas que tenían una muñeca Mari Pepa.

La coleccionista asegura que Mariquita Pérez fue "testigo de una España recién salida de la guerra y constituyó un foco de esperanza de una vida mejor, nos reflejó los cambios de moda y la ideología predominante de aquella época".

Según explica, la muñeca "representó las personalidad a la que aspirábamos las niñas de la época y enriqueció su biografía con la historia de su país".

Yubero afirma que la mayoría de las familias españolas no se podían permitir el lujo de comprar una Mariquita Pérez, ya que su precio estaba entre las 85 y 100 pesetas de la época, mientras el salario medio no superaba las 10 pesetas diarias".

Ella misma reconoce que nunca tuvo una cuando era niña "porque vivía en una casa con cinco hermanos" y los Reyes Magos les traían juguetes para compartir entre todos, así que se dedicaba a admirarla desde la calle.

"Se hizo muy popular porque hacían unos escaparates fabulosos con las muñecas y todos sus accesorios; como era una muñeca tan cara, la mayoría de las niñas la admirábamos desde la calle y soñábamos con tener una algún día".

Consuelo cumplió su sueño gracias a su marido, coleccionista de juguetes antiguos, quien la introdujo en el mundo del coleccionismo y la ha llevado a tener cientos de muñecas de todo tipo y miles de accesorios.

La historia de Mariquita Pérez se remonta al año 1940, cuando Leonor Coello de Portugal encargó la fabricación de las primeras muñecas en el taller de Bernabé Molina, en Onil (Alicante) y, pronto montó un gran negocio ya que los mil primeros modelos realizados en noviembre de 1940, se vendieron enseguida en Madrid.

Tras la fantástica acogida que tuvo la muñeca, Leonor Coello reconvirtió en franquicias de Mariquita Pérez las mejores jugueterías de Madrid, Barcelona, Bilbao y Santander, entre otros.

En la exposición se podrán ver más de 100 modelos de Mariquita Pérez diferentes, pero también están expuestas figuras de su hermano Juanín y de su mascota, y centenares de accesorios, así como otras muñecas muy queridas por las niñas de los años 40-50.