R. Rodríguez, Andorra. enviado especial

El diplomático y escritor catalán Carles Casajuana ganó ayer la XXIX edición del Premi Ramon Llull de les Lletres Catalanes, que conceden Editorial Planeta y el Govern d'Andorra y que se entregó en una velada celebrada en Andorra la Vella.

La obra L'últim home que parlava català le hizo acreedor de los 90.000 euros del galardón, el más importante del ámbito literario catalán. Ambientada en la Barcelona de hace pocos años "en aquella en la que los pisos aún tenían valor y no iban a la baja", según el autor, L'últim home que parlava català reflexiona al mismo tiempo sobre la desaparición de la lengua y sobre el proceso literario, a través de un personaje, Bernat, inspirado en la figura de un escritor real, la del norteamericano Bernard Malamud. El acoso inmobiliario que recibe el escritor se convierte en uno de los ejes de la novela, que utiliza la ironía para hablar de un tema espinoso como es el de la desaparición de una lengua. Según el autor, "el acoso, lo que hoy en día llamaríamos mobbing, va más allá de lo inmobiliario para acabar convirtiéndose en un acoso al proceso mismo de escribir una novela. El escritor se niega a abandonar su casa mientras no acabe su obra, sin preocuparse de todos los sacrificios que esa decisión le obliga a hacer".

Desarrollo de la novela

El desarrollo de la novela de Casajuana, que se presentó al premio bajo el seudónimo de Carles Gilbert de Roselló, acaba convirtiéndose también en "una reflexión sobre la lengua y la cultura", que utiliza la figura de dos escritores -uno en castellano y otro en catalán-"para acercarse a un tema que en principio resulta muy difícil de abordar, y que me ha resultado mucho más fácil de esta manera".

Bernat, el protagonista, escribe en la actualidad sobre la muerte de una lengua que el autor sitúa "muy lejos, posiblemente en 150 ó 200 años, pero se trata sólo de ficción, por supuesto". De hecho, la posible desaparición del catalán centró la atención de la rueda de prensa en la que se hizo público el premio, y obligó a Casajuana a mostrar sus mejores dotes de diplomático: "No se trata de una reflexión sobre el estado del catalán, sino de una novela. Si hubiera querido hablar sobre el estado del catalán, hubiera utilizado la fórmula del ensayo. Los hay, y muy buenos, sobre ese tema"

De cualquier manera, el autor de Sant Cugat dejó clara su postura al asegurar que "con los idiomas siempre hay que sumar, y no restar. No creo que el aprendizaje de una lengua tenga que suponer la desaparición de otra. Una lengua no debería ser una frontera". Carles Casajuana actualmente desempeña el cargo de embajador de España en Londres, y anteriormente lo hizo en Bolivia, Estados Unidos o Malasia. Nacido en 1954, es autor, entre otras obras, de las novelas Tap d'escopeta, Bondage, Punt de fuga y Domingo de tentación, así como del ensayo Pla i Nietzsche.