De las trece grandes orquestas italianas, doce están dedicadas sobre todo al repertorio operístico, explicó a EFE Mario Bucarelli, coordinador artístico de la Santa Cecilia: "La nuestra es una cultura de ópera".

Bucarelli recuerda que la RAI tuvo en el pasado hasta cuatro orquestas sinfónicas- Roma, Nápoles, Milán y Turín-, de las que sólo queda esta última.

La sinfónica de la RAI de Roma fue, sin embargo, una orquesta famosa, con la que cantó la Callas y que hizo un "Anillo", de Wagner completo, bajo la dirección de Furtwängler, señaló Bucarelli, quien se lamentó de la "comercialización" del ente público.

La Santa Cecilia es la que ahora porta la antorcha de las orquestas sinfónicas en este país y está desde hace cinco años bajo el maestro anglo-italiano Antonio Pappano.

Tiene una gran tradición como lo demuestra el hecho de que hayan colaborado con ella los más prestigiosos maestros de la batuta del siglo XX.

La lista es larguísima y van, siguiendo un orden alfabético, desde Claudio Abbado o el español Ataulfo Argenta hasta Toscanini o Bruno Walter, pasando por Bernstein, Karl Böhm, Celibidache, Karajan, Erich y Carlos Kleiber, Krips, Klemperer, Knappertsbush, Sinopoli, Solti y Stokowski.

También han estado al frente de ese conjunto famosos compositores como Gustav Mahler, que la dirigió un concierto en 1910, dos años después de que comenzaran las temporadas regulares de conciertos sinfónicos, Richard Strauss, Debussy, Sibelius, Mascagni, Enescu, Korngold, Zemlinsky o Ferruccio Busoni.

Toscanini debutó en el podio de Santa Cecilia con el Réquiem de Verdi, el mismo que acaba de grabar ahora Pappano para la discográfica Emi, con la soprano Anja Harteros, la mezzo Sonia Ganassi y el tenor Rolando Villazón.

El gran director italiano protagonizó un escándalo en 1916 al abandonar el podio durante la interpretación de una pieza de Wagner por la contestación de parte del público, que desaprobó la inclusión en el programa del músico alemán.

Pero, ya en plena época mussoliniana, el mismo Toscanini se negó a tocar el himno fascista "Giovinezza", lo que provocó un tumulto que obligó a intervenir a la fuerza pública, todo lo cual está documentado en la bibliomediateca del Auditorium del Parco della Musica.

La Academia Nacional de Santa Cecilia ha realizado también importantes grabaciones desde la primera, "Las Cuatro Estaciones", de Vivldi, en 1942, bajo la dirección de Bernardino Molinari, que fue su primer director estable, desde 1912 hasta 1944.

Cabe destacar las grabaciones de los años cincuenta, con obras de Beethoven, Debussy, Rossini, Respighi, Verdi o Cherubini, dirigidas por Victor de Sabata, Igor Markevitch o Carlo Maria Giulini, entre otros.

En 1953, la orquesta firmó un contrato con Decca, que venció en 1976, para grabar óperas completas: La Bohème, Tosca, Manon Lescaut, Rigoletto, Pagliacci, Otello, La Traviata, Un Ballo in Maschera, con grandes voces como Renata Tebaldi, Mario del Monaco, Carlo Bergonzi, Giuseppe di Stefano o Luciano Pavarotti.

En el 2005, ya con su director actual, Antonio Pappano, se firmó un contrato con EMI que ha permitido grabar las tres últimas sinfonías y las Oberturas y Fantasías, de Tchaikovsky, "Fuentes" y "Pinos de Roma", de Respighi, el "Réquiem", de Verdi, y "Madame Buttefly", con Anghela Gheorghiu y Jonas Kaufmann.

La Santa Cecilia tiene ahora su sede en el Auditorium Parco della Musica, construcción del famoso arquitecto Renzo Piano, apodado por los romanos "el escarabajo" debido a la forma de los edificios, que albergan la tal vez mayor sala de conciertos del mundo, con 2.742 localidades, y dos más pequeñas: la Sinopoli, con 1.133 plazas, y la Goffredo Petrassi, con 673, a las que se suma un anfiteatro externo para 3.500 espectadores.