Ya advirtió la intendente del Palau de les Arts, Helga Schmidt, que en tiempos de crisis se puede sacrificar la cantidad, pero no la calidad. Y esa máxima es la que ha aplicado al cancelar de la programación de la próxima temporada la producción Die Fledermaus (El murciélago), de Johann Strauss, que estaba prevista entre el 19 de diciembre y el 9 de enero. La anulación la hizo pública la Generalitat en la tarde de ayer, viernes de agosto, pese a que hace poco más de un mes que el coliseo presentaba la nueva temporada.

Las razones de la cancelación son "varias", apuntaron ayer fuentes del Palau de les Arts, aunque la fundamental, admitieron, es económica.

La situación financiera de la ópera valenciana es complicada y la decisión adoptada por los gestores de la institución para recortar el presupuesto de gastos ha sido borrar uno de los espectáculos.

¿Por qué El murciélago y no otro? Entre otros motivos, porque se trata de una producción propia, que siempre son más caras que las alquiladas; porque es una opereta, con lo que el número de óperas (siete) se mantiene; porque hubiera sido más duro anular obras como La Traviata o la de apertura de la temporada (Les troyens), y porque era consecutiva en fechas a Madama Butterfly, lo que ofrecía al coliseo una fórmula para compensar la retirada de El murciélago.

Así, el Palau de les Arts ha programado tres funciones más de la citada ópera de Puccini (los días 27 y 30 de diciembre y el 3 de enero de 2010), ya estrenada en 2008 y que contará con la dirección musical de Lorin Maazel, la puesta en escena del cineasta Mariusz Trelinski y un elenco diferente al del año pasado.

El Liceo ha suspendido actos paralelos

La Generalitat ha reducido en 2009 su aportación al Palau de les Arts: de 31 millones en 2008 se ha quedado en 25,8. También el Ayuntamiento de Valencia ha recortado un millón su asignación. Y por si fuera poco, la ampliación de la ayuda del Ministerio de Cultura (1,4 millones concede) comprometida por el ex ministro César Antonio Molina ha quedado en nada tras su salida del Gobierno y la llegada de una nueva titular con la que ha habido que empezar de nuevo con las negociaciones. En este panorama, no es de extrañar que el coliseo haya tenido que adoptar medidas drásticas. Lo que sorprende es que tome la decisión al poco de presentar la programación (lo hizo el 3 de julio pasado).

La difícil situación no es única del Palau de les Arts. Para cuadrar su presupuesto, el Liceo de Barcelona no ha retirado ninguna producción, pero sí anunció recientemente que cancelaba la programación de conciertos del "foyer" (una sala del recinto) para ahorrarse más de 200.000 euros.