La organización de esta actividad, titulada "Sanar Madrid", estima que unas 10.000 personas serán obsequiadas, en el marco de una celebración que gira en torno al lema del regalo, con estos dibujos realizados en vivo y en exclusiva por artistas noveles y también experimentados repartidos por distintos lugares de la ciudad.
Para ello, y con el objetivo de aliviar anhelos y preocupaciones mediante el arte en esta "noche de insomnio general", los voluntarios han acudido a un taller semanal impartido por un equipo de psicólogos y el artista Aitor Saraiba quien, con sólo 25 años, ha publicado ya tres libros con sus propios dibujos: "Mis ídolos favoritos", "Un pony muerto" y "El viaje más largo de mi vida".
Según comenta este joven toledano, "Sanar Madrid" es un proyecto formado no por curanderos, sino por "gente que quiere ayudar a la gente", y esa noche será mágica por la posibilidad de "compartir un momento íntimo con alguien que no conoces de nada", desde la base de que "merece la pena creer en cualquier persona que se dedica a escuchar".
Preguntado por qué será lo que más preocupe a los asistentes, Saraiba apunta que todo el mundo quiere amor, por encima de la crisis ("aunque me esté muriendo de hambre, que alguien me abrace"), destacando además que a cada persona se le destinará "el tiempo que necesite" y que su trabajo acaba, en favor de los voluntarios, el día anterior a "La noche en blanco", porque "el 19 los protagonistas son ellos".
El artista destaca también que no buscaban "gente que supiera dibujar", sino que tuviera "la capacidad de sanar". Entre los asistentes hay estudiantes, una osteópata o una trabajadora de una compañía aérea, gente convencida de que lo que "para algunos pueden ser sólo trazos en papel" para otros es una oportunidad de sentirse "más útiles", ya que, en su opinión, "las palabras pueden irse, pero algo así permanece".
Los cursos para convertirse en un "sanador" a través de dibujos se retomarán el próximo viernes 28 de agosto y tendrán lugar todos los viernes hasta el 18 de septiembre, un día antes de una "noche en blanco" en la que los miedos, ansiedades, inquietudes y anhelos de Madrid podrán verterse en unas 10.000 hojas de papel.
