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La vuelta de la serie de Joaquín Sorolla Visión de España a Valencia, tras su itinerancia y exhibición en la antológica celebrada en el Museo del Prado, tiene como aliciente no sólo volver a contemplar una colección que nunca más saldrá de la sede de la Hispanic Society de Nueva York, sino otros cuadros de la institución que correrán, seguramente, la misma suerte.

Ese es el caso de Sol de tarde, la obra pintada en 1903 para el Salón de París y que ponía fin a su etapa como pintor social para centrarla en las escenas de playa y los retratos de encargo. La obra también es la primera vez que ha salido de la institución norteamericana que la adquirió en 1909 y formó parte de la selección realizada por Sorolla para su presentación en Nueva York.

De hecho, esta obra es junto a Triste Herencia, de la propia colección de Bancaja, uno de los atractivos mayores de este regreso. Pero también lo es de forma muy significativa la inclusión de los bocetos preparatorios de Visión de España que serán quienes ahora reciban al visitante en la primera de las dos plantas de la Fundación Bancaja que albergará la colección. Los bocetos realizados casi al mismo tamaño que los originales muestran la claridad que tuvo el artista para afrontar, al menos espacialmente, la composición de cada uno de los paneles dedicados al costumbrismo español de la época.

En total, la muestra, que ha sido titulada Visión de España. Sorolla en las colecciones de la Hispanic Society y Bancaja exhibirá un total de 48 obras; 34 de la entidad americana y 14 de la financiera. La apertura al público de la exposición será el 1 de octubre y permanecerá abierta hasta el 10 de enero. Es muy difícil que haya prorroga, como ayer reconocía el propio presidente de Bancaja, José Luis Olivas, quien presentó en solitario la exposición. Olivas se refirió al éxito de la organización de esta muestra que aspira alcanzar los dos millones de visitantes después de una itinerancia de dos años, uno más de lo que en un principio contemplaba el préstamo. El presidente de Bancaja también apuntó al hecho de que el proyecto ha conseguido resituar al artista valenciano en un contexto merecido dentro de la historiografía moderna. Al menos, así lo corrobora el éxito en cuanto a visitantes.

"Es fácil que Sorolla haya conseguido que mucha gente acudiera por primera vez a una exposición", dijo Olivas con relación a las estimaciones finales de asistencia.

La disposición de los cuadros será distinta a la que tuvo la propia serie en la primera ocasión que fue presentada en Valencia. De hecho, la muestra ahora gira de forma más clara sobre Sol de tarde y Triste herencia que serán los dos primeros grandes cuadros que reciba al visitante.

A partir de ahí, la segunda sala reunirá diversos paneles de la colección americana. La segunda de las plantas integrará los paneles dedicados a Valencia así como el de Castilla de 14 metros y el resto de la colección de la Hispanic y de Bancaja. Entre ellos figuran cuadros de un gran atractivo como los retratos de su suegro y su cuñada, el de Echegaray o el de Louis Comfort Tiffany, uno de los últimos que creó sin dejar de lado sus típicas escenas reflejadas en obras como, Al agua, Saliendo del baño o Idilio en el mar, entre otras.