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Llegaron a la ciudad de Alicante en la mañana del miércoles. Se colocaron en el paseo del Puerto y la avenida Óscar Esplá a lo largo del día, y el jueves por la tarde se inauguró la exposición.

Menos de 12 horas después, tres de las 19 esculturas de la muestra Universo urbano, del artista de Castelló, Joan Ripollés, sufrieron las consecuencias de un acto vandálico. Una de las piezas, bautizada con el nombre de Felicidad y que el artista había realizado para Alicante, fue arrojada al mar; otra, de bronce, se tiró al suelo y fue arrastrada, y la tercera resultó mutilada.

Alrededor de las diez de la mañana, la CAM, entidad organizadora de la muestra, recibió una llamada que alertaba del suceso. Tras ponerse en contacto con la Policía Portuaria, fue este cuerpo de seguridad el que se encargó de las tareas de rescate. Un barco con pluma, dos buzos y una grúa fueron necesarios para que la Felicidad, de 400 kilogramos de peso y realizada en fibra de vidrio recubierta con cristal de Murano, fuera "rescatada" del agua y colocada de nuevo en su emplazamiento. Eso sí, con un considerable boquete por el que vertía líquido y con uno de los ojos destrozado.

Con esa misma grúa, fue incorporada la escultura de bronce Niño corriendo que, pese a sus 800 kilos, estaba volcada en el suelo, con signos de haber sido arrastrada, y una parte de la cabeza rota. La tercera obra dañada fue Pensador, de 460 kilos, a la que han roto una de las manos.

El comisario de la exposición, Eduardo Alcalde, aseguró que la empresa a la que representa puso ayer por la tarde una denuncia en comisaría "y poco más se puede hacer". Precisamente esta empresa envió en la noche de ayer a un equipo técnico a Alicante "para que se encargue de revisar las obaras y reforzar las peanas". Las esculturas dañadas fueron trasladada a Castelló y la organización prevé que no sean repuestas.