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Nueve artistas que habían sido seleccionados para formar parte del proyecto 100% Valencianos han decidido abandonar la iniciativa, que se presentó en julio con una gran fotografía de grupo con la consellera de Cultura, Trinidad Miró. Los creadores que se ha dado de baja -al menos, la mayoría de ellos- están en desacuerdo con el enfoque del proyecto tras haber observado sus primeros pasos.

Un portavoz de Cultura aseguró ayer que el departamento ha asumido hasta ahora todas las exigencias de los artistas, por lo que no entienden que primero acepten estar y luego no estén de acuerdo con la iniciativa. Máxime, subrayó, cuando "no ha existido inconveniente a nada".

Las tiranteces comenzaron en el acto de presentación del proyecto, que tiene como objetivo dar a conocer el arte emergente valenciano y, de paso, dotar de actividad a la Fundación de las Artes Contemporáneas. Referencias a los elegidos como "aficionados" disgustaron a algunos, y así se lo hicieron saber al comisario, Rafael Gil (vicerrector de Cultura de la Universitat de València). Aunque jóvenes, entre los seleccionados alguno ha logrado ya el Premio Nacional, como Bleda y Rosa. Es una de las firmas que ha desistido.

Tras las visitas de Gil a los estudios de los artistas para escoger las obras para la exposición, más de treinta le enviaron una carta conjunta en la que manifestaban sus discrepancias con el proyecto. En lo concreto, se resumen en cobrar unos honorarios por la cesión de las piezas y en la firma de un contrato individual, aspectos no previstos inicialmente y que forman parte del Manual de buenas prácticas en las artes visuales.

Después de algunas dudas, el asunto acabó en la mesa del secretario autonómico de Cultura, Rafael Miró, quien se reunió el 23 de septiembre con Nacho París, vicepresidente de Artistes Visuals de València, Alacant i Castelló, asociación que agrupa a buena parte de los participantes, entre los que no se encuentra París.

La conselleria aceptó en esa entrevista las reclamaciones concretas y fijó establecer por contrato una retribución de unos 400 euros por alquiler de obras.

París calificó ayer de "positivos" los resultados logrados, aunque la cantidad "no sea la que todos desearían", pero "al menos se ha iniciado un camino de profesionalización", declaró a Levante-EMV.

¿Por qué han decidido abandonar algunos a pesar de estos logros? "Es cuestión de cada uno. Supongo que tiene que ver con la línea diseñada o si el proyecto interesa o no", asegura París.

Un centro y no una muestra

No obstante, el artista apostilla que, de cara al futuro, la asociación ha planteado que la iniciativa se enfoque de manera distinta para "no repetir errores del pasado". Se refiere a que se planteé más a largo plazo (unos cinco años), con un grupo menor de artistas y con una itinerancia más reducida que se centre en unos pocos lugares de referencia en el mercado del arte.

Algunos de los artistas que se han bajado del proyecto han precisado a este periódico su discrepancia con que la negociación se haya efectuado sin una intervención directa de los participantes y han cuestionado que se seleccione obra ya hecha y la conselleria disponga de ella durante un periodo tan largo (dos años). Asimismo, aseguran que no se han sentido defendidos por el comisario al trasladar el problema a Cultura y consideran que es más efectiva la creación de un centro de arte joven que una acción esporádica con tantos artistas.

Gil alega que las reclamaciones de los artistas conllevaban cambios presupuestarios. Asegura que son nueve los que se han ido, pero sólo uno ha expuesto claramente su discrepancia. No obstante, admite que el trasfondo de la mayoría de estas deserciones es el desacuerdo con el proyecto.