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Espíritu crítico, presencia de las nuevas tecnologías visuales, preocupación por el entorno, mezcla de registros y un frecuente toque de ironía son los rasgos que peinan el proyecto Puntas de flecha. Nuevas trayectorias en el arte contemporáneo valenciano, que reúne 25 obras de otros tantos artistas jóvenes (nacidos en su mayoría entre 1975 y los primeros años 80). La selección la ha realizado José Luis Pérez Pont, comisario de la iniciativa, organizada por el Consorci de Museus y que se expone hasta el 13 de diciembre en las Atarazanas de Valencia.

Algunas de las piezas ya habían sido expuestas -no había suficiente presupuesto para obra nueva-, pero el interés de la muestra está en yuxtaponerlas en el amplio espacio abierto del antiguo edificio portuario, lo que permite hacerse una idea de los derroteros del arte joven en la C. Valenciana.

El proyecto no acaba en la muestra, sino que se proyecta con un diálogo entre artistas y críticos sobre la recepción actual del arte, "porque se está generando una fisura insalvable con el público", razonó Pérez Pont, para quien la crisis puede aportar aspectos buenos, como tener menos prisa y una reflexión sobre los soportes de las obras en un mundo digitalizado.

Otro objetivo del proyecto -nada tiene que ver con el 100% Valencianos, aunque algunos artistas coincidan- es ayudar a la profesionalización: todos los participantes han cobrado.

Entre los seleccionados, La Tejedora desarrolla su humor crítico con su instalación fallera, Patricia Gómez y Mª Jesús González muestran el nostálgico legado del Cabanyal, Vicente Tirado fotografía el perfil triste de la nueva costa y Álvaro Tamarit, entre otros, propone otro punto de vista del entorno a partir de desechos.