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El Museu Valencià de la Il·lustració i la Modernitat (MuVIM) desvela en dos exposiciones la "trama moderna" que se desarrolló en España a principios del siglo XX a través de la vanguardia tipográfica, así como la "locura por la épica del boxeo" del pintor Eduardo Arroyo. Ambas muestras constituyen la oferta para el período navideño -hasta el 14 de febrero- del centro junto a otras dos propuestas, Masonería e ilustración. Obras del Museo de la Francmasonería de París y Ciutat Vella y participación ciudadana.

En Arroyo. Boxeo y Literatura se explora la relación entre deporte y arte a través de objetos -la inmensa mayoría de la colección del propio autor-, junto a dibujos y pinturas. El creador dijo que son pocas las piezas que ha hecho sobre boxeo porque "es difícil pintar las pasiones".

Arroyo aprovechó para realizar un alegato a favor del boxeo, "que ha vuelto a ser clandestino" y criticó que haya sido relegado a una casi "no existencia" por algunos "pseudointelectuales".

En la obra gráfica que Arroyo dedica a este mundo plasma obsesivamente la derrota a través de la figuras de Arthur Cravan, pseudónimo del sobrino de Oscar Wilde, y Jack Jonhson, primer boxeador negro. También le atrae Al Brawn. Se trata de un deporte "violento", dijo, pero "ninguno ha provocado tanta literatura" lo que atribuyó a la "epopeya".

Asimismo, el museo reúne por primera vez en Impresos de vanguardia en España un amplio conjunto de publicaciones, grabados, folletos, periódicos e ilustraciones que ponen de relieve las contribuciones a las vanguardias artísticas que se gestaron en España entre 1912 y 1936 y que sirvieron para "ir creando la modernidad", explicó el comisario, Juan Manuel Bonet. La exposición permite contemplar los primeros papeles de Gómez de la Serna o las revistas barcelonesas de Picabia o Salvat-Papasseit.