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Tras la expedición madrileña que cada año supone ARCO y las ferias surgidas alrededor, las galerías valencianas participantes aterrizaron ayer de regreso con sensaciones dispares. En general, puede concluirse que la gran feria del arte contemporáneo de España divide y que las propuestas alternativas tienden a consolidarse y ganan fuerza.

"No estamos descontentos del todo, pero ha ido peor que otros años", manifestaba ayer Tomás March, un histórico de ARCO. Tampoco ha sido una sorpresa, dado el contexto de crisis, incluso "se podía esperar que fuera peor", pero se ha dejado notar "una menor presencia de las instituciones". Aún así, March no tiene dudas: repetirá en 2011.

Por su parte, Mira Bernabéu, de Espai Visor, se mostraba eufórico: "Mejor que en los dos últimos años". "Sé que no ha sido para todos igual, pero para nosotros es un año muy bueno". El artista y galerista lo atribuía al programa de coleccionistas extranjeros y a la apuesta realizada (más espacio en el certamen que en la galería).

También Nacho Valle, de Valle Ortí, calificaba esta edición de "muy positiva". "Se ha vendido bastante y ha funcionado todo".

Sin embargo, Rosa Santos confesaba que no ha cubierto gastos. "El problema es que es una feria cara, hay que vender mucho y los tiempos no son los mejores. ARCO deberá plantear modificaciones".

Las galerías implicadas en ArtMadrid, una propuesta más tradicional que ARCO que ha cumplido cinco años, se expresaban ayer satisfechas. "Hemos vendido mucho; más de lo esperado con esta crisis", señalaba Lola Giménez, de Val i 30. Esta entidad ha superado los logros de 2009 y lo achaca a la consolidación de la feria. Lo que falta, reconoce, es la clientela institucional, que continúa ligada a ARCO.

"No ha ido mal, mejor de lo que esperábamos. Ha habido más gente que otros años [un 20% según la organización] y eso crea operaciones", manifestaba Vicente Segrelles, de Benlliure.

En la misma línea se expresaba Graciela Devincenzi, de Alba Cabrera: "La feria ha mejorado, en calidad, público e interés". "Hay una avidez por empezar a coleccionar", agregaba, y calificaba el resultado de "fenomenal". "Nadie lo esperaba", dijo ayer.

La novedad del mercado de este año era Just Madrid, pensada para las propuestas más jóvenes. Teresa Legarre, de Paz y Comedias, se declaraba "muy contenta. Ha ido bien, con muchas operaciones por cerrar. Sobre todo, la afluencia ha sido muy importante".