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Jorge de León (Tenerife, 1970) es el tenor revelación del momento tras su explosión en el Teatro Real de Madrid. No es la primera vez que pisa el Palau de les Arts, pero el esfuerzo es doble esta vez, ya que representa dos papeles en el programa doble que el coliseo estrena el día 25.

¡Qué diferente todo de cuando vino con "La bruja! Está usted en la cresta de la ola tras el triunfo en el Teatro RealÉ

Sí, muy diferente. Con La bruja estaba empezando y ahora vengo de iniciar una nueva etapa a raíz de Andrea Chenier.

Una etapa en la que viene con la vitola de "tenor revelación"É

Tenía ilusión de continuar y se presentó la oportunidad. No puedo hacer otra cosa más que agradecer que surgiera.

¿Qué espera de los dos montajes en el Palau de les Arts? ¿Consolidar su nuevo estatus?

Sí. Mi objetivo es consolidar la carrera sin afán de descubrir nada, sino de hacer las cosas bien, mantenerme y no defraudar la expectación que se ha creado en torno a mí.

Cuente cómo fue lo del Real desde dentro.

No lo viví como algo extraordinario. Surgió una indisposición del compañero, el gran Marcelo [Álvarez], y mi objetivo como cover era salvar el espectáculo. Había un patio de butacas lleno y había que ofrecerles lo que querían. Salí a eso. Todo lo demás vino añadido. Cuando terminó la función me di cuenta de que había pasado algo. No tenía pavor de enfrentarme al público del Real, sino de que la función debía continuar.

¿No ha generado competencia con Marcelo Álvarez?

En absoluto. No he tenido oportunidad de hablar con él, pero me ha enviado mensajes de apoyo y admiración. Hemos trabajado muy bien, lo admiro y es una referencia.

¿Es justa la ópera con los buenos cantantes o hace falta algo más, un buen padrino?

Yo creo que lo importante es el trabajo y la formación. Me he descubierto a base de trabajo, no sólo musical, también cultural, porque hay que analizar mucho las obras y meterte en el corazón de lo que haces. Yo he compaginado otro oficio hasta poder despegar y creo que el éxito se alcanza a base de puro trabajo.

¿Qué le ha enseñado ese sacrificio de trabajar en otra cosa?

Todos empezamos con una pasión por una afición. Hay dificultades, pero creo que son puertas que uno va abriendo. Yo tengo una meta y no hay vallas ni puertas para mí; intento abrirlas y eso sólo se consigue con esfuerzo.

Oiga, ¿lo de ser policía no es la antítesis del arte?

Bueno, muchos personajes de la ópera son soldados. Lo de policía surgió por la necesidad. Me daba tiempo para estudiar, a la vez que era un trabajo de relaciones humanas, que me encanta. Pero tras ganar el premio Josep Carreras las propuestas se sumaban y decidí pedir una excedencia y probar suerte.

Y una vez tocado el éxito, ¿uno ya piensa en tranformarse en un divo de la ópera?

No. Sólo pienso en ir perfeccionando y adquiriendo experiencia, como la que representa estar bajo la batuta de Lorin Maazel y con una orquesta como la del Palau de les Arts. No pienso en mi figura, sino en el trabajo para estar a la altura del nivel que se necesita para los compromisos que me van llegando. No me preocupa la fama, sino hacerlo bien.

¿Qué proyectos le han surgido para después de Valencia?

Hay propuestas muy interesantes, pero no están consolidadas. Hay que tomar tiempo, porque son propuestas de alto nivel las que han surgido a raíz del Teatro Real y uno debe ir totalmente seguro. Eestoy debutando en muchas obras y hay que asimilar y prepararse.

¿Le asusta ahora la presión de tener que llegar a ser uno de los grandes?

No. Lo único que pido es un poco de prudencia con los que empezamos para adaptarme a los compromisos. Sin prisa se llegan a consolidar las cosas. Soy muy ambicioso, me encantan los retos, pero no tengo el afán de tenerlo todo ya. Tomo los retos con mucho respeto, dedicación y cariño, que son los ingredientes para lograr el éxito.

¿Qué papeles considera imprescindibles para considerarse en la cúpula?

Mi repertorio está sobre el lírico grande y habrá tiempo de llegar a eso que la gente comenta de tenor dramático. Creo que llegaré, pero no tengo ninguna prisa por hacer grandes papeles. No es que uno pueda decidir abiertamente qué personajes quiere hacer, pero hay que analizar mucho, porque creo que en todos los cantantes hay un papel que lo impulsa y lo lanza.

Siendo canario, ¿su referente es Alfredo Kraus?

En el tipo vocal en que me encuentro, no, pero es un ejemplo de sabiduría y técnica.

¿Hacer dos papeles distintos en una misma noche es pluriempleo lírico?

No. Se da la casualidad de que el planteamiento de las obras es sobre un mismo tema, la infidelidad, y la característica vocal de los dos personajes es muy semejante.

Disculpe, ¿los cantantes de ópera también notan la crisis?.

Yo no puedo hablar de crisis, porque mi carrera está emergiendo. Pero lo cultural es lo primero que se recorta y, aunque yo no lo percibo, el ambiente de crisis se ve y se comenta.