"A Dios pongo por testigo de que Canal 9 quiere que vuelva a pasar hambre." Éste es el mensaje de una de las cuñas de radio que actores, traductores, técnicos y estudios de doblaje harán que suenen los próximos días para denunciar su agónica situación, con demoras de pagos de Radiotelevisió Valenciana (RTVV) de hasta 450 días y un presupuesto para esta actividad que ha pasado de 4,1 millones en 2009 a 1,5 millones este año. Toda una "condena a muerte", en palabras del presidente del Col·lectiu de Professionals del Doblatge, Sergio Capelo. Canal 9 recordó ayer, sin embargo, que ha invertido 15 millones en tres años en este sector y avisó que "no puede ni debe convertirse en su único cliente ni su única oferta".

Pero la "catastrófica" situación no se restringe al doblaje. La recién creada mesa anticrisis del sector audiovisual -reúne productoras y otras empresas- se reunió ayer con el director general de RTVV, José López Jaraba, en busca de soluciones inmediatas. Incluso en algunos círculos del sector se aseguraba ayer que se ha puesto sobre la mesa que, si las circunstancias lo requieren, se podría forzar el concurso de acreedores. No obstante, Empresas Audiovisuales Valencianas Federadas (EAVF) y el Cluster Audiovisual Valenciana no confirmaron este extremo. Por su parte, la cadena restó trascendencia a la cita y la redujo a una mera reunión periódica más.

El encuentro no deparó soluciones concretas, aunque las productoras dan un margen al ente para que resuelva sus problemas de financiación. "Se abre una puerta", dijeron fuentes de EAVF, Nacho Varela, quien precisó también que "el sector no aguanta así a final de año". El Cluster valoró de forma positiva el encuentro, como "buen camino de diálogo".

Los impagos y la reducción de trabajos de RTVV son la base de una situación "muy crítica", que ya ha fulminado a alguna empresa y ha situado a otras al borde de la quiebra. De los 14 estudios de doblaje valencianos, uno ha cerrado y otro acaba de devolver sus encargos a Canal 9 porque no le es rentable.