Ser cantante de narcocorrido (composiciones musicales con el mundo del narcotráfico como fondo) es una profesión de riesgo en México. La última prueba de ello fue el asesinato a tiros de Sergio Vega, conocido como "El Shaka", quien fue acribillado por un grupo de traficantes el sábado por la noche en el municipio mexicano de Ahome. Con su muerte ya son seis los artistas mexicanos que perdieron la vida a manos del crimen organizado desde 2006.

Los populares cantantes de este género musical, dedicado a ensalzar las hazañas de los narcos, se han convertido en uno de los objetivos prioritarios de los cárteles de la droga, quienes no dudan en enviar a sus sicarios si las canciones no son de su agrado.

Valentín Elizalde, conocido como "El Gallo de Oro", fue uno de los primeros cantautores de corrido en morir asesinado, supuestamente, por la letra de sus canciones, durante este último lustro. El cantante fue acribillado a tiros en noviembre de 2006, a los 25 años de edad, cuando iba en su camioneta tras asistir a la presentación de una feria en el Palenque (México). Ni los dos escoltas que le acompañaban pudieron evitar su muerte y perecieron también en el asalto.

Un año después, en diciembre de 2007, la víctima fue una mujer, la joven Zayda Peña, vocalista del grupo Zayda y los Culpables. La cantante, de 28 años, fue asesinada a balazos junto a otra mujer y un hombre en un motel de Tamaulipas (México). "La Dama del Sentimiento", como era conocida la artista, fue rematada por un sicario en un hospital de Tamaulipas.

Otra de las víctimas del peligroso mundo del narcocorrido fue Marco Antonio Abdalá Soto, asesinado en Mazatlán, estado de Sinaloa, en septiembre de 2008. El diciembre de ese mismo año la víctima de los sicarios fue Sergio Gómez, cantante del grupo K-Paz de la Sierra, sorprendido por un grupo de pistoleros en Michoacán, quienes supuestamente le torturaron antes de asesinarle.

Recientemente, un hermano del actor y cantante de rancheras Pablo Montero fue asesinado por desconocidos en la carretera Torreón-San Pedro de las colonias del estado de Coauhila, en el norte de México.

Horas antes del crimen desmintió los rumores de su muerte

El cantante mexicano Sergio Vega, destacada figura de la música norteña, murió la noche del sábado acribillado a balazos por un número todavía desconocido de asaltantes cerca de San Miguel de Allende. El artista de Sonora viajaba en su vehículo, un Cadillac rojo, acompañado de otra persona que resultó herida en el ataque. Vega se dirigía a Alhuey, en el municipio de Angostura, para participar en un concierto.

Sólo unas horas antes del ataque que le costó la vida, Vega había desmentido en un programa de espectáculos que hubiera sido víctima de un atentado, y aseguró que había reforzado su seguridad por la ola de ataques violentos sufridos recientemente por músicos en esa zona del país. "Yo, que navego temas muy fuertes, muchos corridos, uno tiene su temorcito y hay que encomendarse a Dios", puntualizó en la entrevista.

Nacido en 1969 en el norteño estado de Sonora, "El Shaka", como era conocido, quería ser de pequeño jugador de béisbol o músico, y finalmente se decantó por su vocación artística.