No están los tiempos para gastos innecesarios. Y eso en Economía y Cultura lo saben. Por ello han decidido ponerse al frente de la gestión económica del Palau de les Arts a fin de controlar de forma directa, y "con lupa", los 45 millones de euros anuales que necesita el coliseo valenciano para su funcionamiento. De ellos, 24 son aportados por la propia Administración autonómica a través de los presupuestos de la Conselleria de Cultura.

"No era el momento de subir sueldos, ni de reclasificar categorías laborales pero nos pilló a destiempo", reconocían a Levante-EMV fuentes de la Generalitat Valenciana después de que la pasada semana se desvelara que la entrada en vigor del convenio colectivo suponía aplicar un aumento en la partida de sueldos de 120.000 euros. El intento de revocar la medida fue imposible.

"El Palau de les Arts no puede ir a la suya y menos ahora. Se acabó la carta blanca. Es un asunto de imagen, pero también de sensatez en un momento complicado para todos. No se puede gastar más de lo establecido. El Palau de les Arts, por suerte, no está en números rojos y es mejor prevenir que buscar luego soluciones", insistía la misma fuente asegurando que, a partir de ahora, Economía y Cultura serán quienes se ocupen de revisar contratos, convenios y futuras contrataciones. El control se someterá desde la Comisión Ejecutiva del patronato del auditorio.

El Palau de les Arts es la infraestructura cultural más cara de la Generalitat. Él sólo necesita tanto presupuesto como los cinco organismos autónomos vinculados al departamento de la avenida de Campanar. Sólo en mantenimiento ordinario, el coliseo necesita de cuatro millones de euros anuales y su plantilla se aproxima a los 400 trabajadores. Sus ingresos por taquilla o patrocinio no consigue aligerar cargas. Las peticiones de ayuda al Ministerio de Cultura tampoco son escuchadas. La Generalitat ha de asumir por sí sola el reto económico.

Desde hace un tiempo ya se habían venido produciendo ciertos gestos simbólicos en torno a un mayor control de la Generalitat sobre las riendas de Les Arts. La presencia de la consellera Trini Miró en algunos de sus actos internos y públicos sorprendió en su día a los propios responsables del buque insignia de la Generalitat.

Desde hace tiempo Economía y Cultura han venido reclamando ganar más protagonismo en su gestión y en las decisiones internas de la institución, pero el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, tenía ganada la total confianza de la intendente Helga Schmidt. La situación de las arcas institucionales, el momento económico y algunos detalles han llevado ahora a un cambio de dirección.

El Palau de les Arts no perderá su autonomía en cuanto a cuestiones artísticas pero sí habrá un mayor celo sobre sus cuentas.

Aunque aún no se ha aclarado la dotación económica que tendrá el Palau de les Arts la próxima temporada, su propia programación ya aventura un recorte considerable. De hecho, en su primera temporada ofreció once títulos y en la 2010/2011 sólo serán cinco.