Miracles Hernández

valencia

"Tengo 60.000 palabras". Así notifica Ernest Miller Hemingway (1899 - 1961) a su padre por carta el nacimiento de su primera novela. Era la Valencia de 1925 y envió la misiva desde el edificio de Correos de la Plaza del Ayuntamiento. Fiesta. Así tituló la obra, basada en la figura del torero Cayetano Ordóñez, que marcó el nacimiento de uno de los principales novelistas del siglo XX.

La escribió, casi en su totalidad, en un pequeño hotel cercano a la Plaza de Toros donde se alojaba, en la cama, por la mañana, y por las tardes se bañaba en la Malvarrosa. O bien, escribía entre el almuerzo y la corrida de toros, de los que era gran aficionado. Desde entonces, Hemingway y Valencia se descubrieron de manera que las huellas literarias del que se convertiría en el Premio Nobel de Literatura, están impresas en algunos de los rincones más emblemáticos de la ciudad.

Recorrido por la ciudad

Ayer miércoles, 21 de julio, día en el que el autor nació y comenzó su primera novela, Fiesta, un grupo de periodistas encabezados por Rafael Ventura-Melià y aficionados taurinos organizaron El Día de Hemingway con un acto en el que recorrieron los lugares de la ciudad que frecuentó el escritor y reivindicaron el establecimiento anual de tal día y crear una ruta que recorra los lugares más representativos en los que el autor estuvo. "Hemingway sentía pasión por Valencia y lo plasmó en su obra; merece que le dediquemos un día", declara Ventura-Melià, periodista e impulsor de esta iniciativa privada.

"En el capítulo 8 de Por quién doblan las campanas, en Muerte en la tarde o en las cartas a sus amigos hay referencias precisas a la ciudad", recordaba.

El actual Hotel Vincci Palace de la calle de la Paz es el punto de partida del itinerario. Durante la Guerra Civil, el inmueble actual era el Ministerio de la República en el que estaba la cafetería Alianza de Intelectuales donde el escritor estadounidense iba entre los años 36 y 39 a enviar sus artículos a los periódicos americanos para los que trabajó como cronista de guerra y para recoger el pasaporte para ir a Madrid al frente o viajar por España.

La segunda parada es el Café Ideal Room ubicado también en la calle de la Paz, convertido en una corsetería en la actualidad. En este café, al que solían acudir intelectuales de la época, pasaron ratos de tertulia Hemingway y John Dos Passos.

En la misma calle estaba también el Café El Siglo, del que hoy sólo queda el nombre en la fachada. En este café literario, además del autor de El viejo y el mar, solían reunirse los poetas valencianos de izquierdas de la época.

El itinerario sigue por el Hotel Inglés donde se hospedó con Hadley, su primera mujer, y en 1937 con su amante y que con el tiempo se convirtió en su tercera esposa, Marta Gelhorn.

El Hotel Royal fue el último donde se alojó la última vez que estuvo en Valencia, en 1959. En la actualidad sólo queda la fachada y la dirección era la Plaza de las Barcas. En el Hotel Excelsior el fotógrafo de prensa Cano le inmortalizó en las últimas fotos que se conocen junto Ordóñez, con quien, según Ventura "tenía una relación paterno-filial".

La familia Ordóñez

se suma al proyecto

El edificio de Correos de la Plaza del Ayuntamiento es la séptima parada. Del Metropol tiraron a Hemingway por hacer prácticas de tiro con una colilla que Orson Welles se ponía en la boca. La plaza de toros es otro lugar de referencia. Incondicional de los toros, el novelista hace referencias taurinas en su obra, como la crítica a Manolete en "El verano peligroso" o el poema inédito más largo escrito en España que dedicó a El Litri en relación a la cogida que tuvo. Y en último lugar, la Estación del Norte donde llegó en 1925 en un tren de madera a una ciudad en la que se bebía en bota, como él mismo recordó.

El acto terminó con una comida mediterránea en el restaurante La Pepica de la Malvarrosa, el último lugar donde comió el autor en su última visita a Valencia y de la que hay imágenes. El objetivo, ahora, es que el Ayuntamiento y la Consellería de Turismo se adhieran y promuevan actividades y se le dedique una calle. Asimismo, la familia Ordoñez enviaba un comunicado de apoyo a la iniciativa.