Los investigadores y filólogos nunca se han puesto de acuerdo sobre la autoría de Curial e Güelfa, como también han existido siempre dudas sobre si la obra caballeresca anónima realmente fue escrita en el siglo XV o en el XIX por el descubridor de su manuscrito, Milà i Fontanals. Lo que sí ha quedado claro después de muchas investigaciones es que pertenece a un autor valenciano y los investigadores han terminado decantándose en su mayoría porque es originaria del XV.

Sin embargo, una nueva hipótesis atribuiría ahora a Lluís Sescases, secretario de Alfons el Magnànim y bibliotecario de éste, su autoría. Así lo ponía ayer de manifiesto la investigadora del CSIC María Teresa Ferrer en el Congreso dedicado al Tirant que se celebra en Valencia. Ferrer también barajaba el nombre de Gabriel Cardona, un mercader de Morella, aunque con menor fuerza.

Según indicaba ayer a Levante-EMV la investigadora, existirían cartas de ambos en Turín con menciones a la obra así como también anotaba que Sescades, además, desempeñó diversas embajadas en muchas de las ciudades que aparecen en la obra. Al mismo tiempo, muchos de los libros que refleja Curial e Güelfa formaban parte de la propia biblioteca del Magnànim que bien conocía Sescades sobre quien añadía se desconocía hasta ahora que había estado en la Casa de Saboya. "Él desempeño cargos que aparecen en el relato", añadió. "Lo que sí está claro es que la obra fue escrita en Italia por un autor valenciano", dijo en alusión a las investigaciones sobre grafías y términos característicos del valenciano de la época y usos lingüísticos como sugirieron en su día Badia i Margarit, Germà Colón o Antoni Ferrando, autor del último estudio sobre la obra, o como así se ha destacado en congresos dedicados a su estudio.

Carácter psicológico y culto

El Curial e Güelfa está considera, junto al Tirant una de las obras básicas de caballerías del XV en lengua propia. La obra narra las aventuras de armas y los infortunios de su protagonista, Curial, enmarcado dentro de una trama amorosa marcada por los celos de Güelfa. El componente psicológico de sus protagonistas es lo que las diferencias de las tradicionales novelas de caballerías así como la calidad intelectual de su autor por las continuas referencias a las obras de los clásicos.

El Congreso dedicado a analizar el Tirant que también ponía ayer cierto énfasis en destacar que la obra de Martorell es un vivo reflejo de la realidad cotidiana de la época en la que fue escrita y es, asimismo, reflejo del cambio en la educación de los caballeros y de cómo éstos comenzaron a participar en la vida política.