La caja de documentos de Nicolás Scorcia (segundo conde de Soto Ameno y primer alcalde constitucional de Alicante en 1812) continúa dando frutos. El último: un manuscrito con la primera y única versión en español de un tratado contra Napoleón editado en Venecia en 1797.

Las indagaciones en los últimos meses de Luis Ramírez (bisnieto de la última propietaria de la enigmática caja) han supuesto la identificación de estas cuartillas manuscritas. Los romanos en la Grecia es un texto bastante conocido en Italia (se ha reeditado allí este mismo año), pero del que en España sólo existe un ejemplar en italiano en la Facultad de Teología de Granada. La obra está atribuida a Vittorio Barzoni, escritor y uno de los padres de la unificación italiana.

La entrega del Veneto a Austria por parte de Napoléon está en el germen de esta filípica -el término no puede ajustarse más al contenido de la obra-, que para despistar incluye una acotación como que fue editada en Londres. No obstante, el emperador francés persiguió al libro (ordenó la destrucción de ejemplares) y al presunto autor (en teoría, era anónimo).

Una de las curiosidades del manuscrito aparecido en la caja del conde de Soto Ameno son los subrayados. Uno destaca una frase, cargada de doble sentido: "Filipo quiere guerra. Guerra tendrá Filipo". La obra comienza con la historia de Filipo II, el padre de Alejandro Magno y unificador de Grecia. La anotación de Scorcia o del autor de la traducción puede entenderse como una referencia a Napoleón.

Lo mismo hace Barzoni en su obra, en la que realiza una alegoría entre los invasores romanos con los franceses a las órdenes de Napoleón.

¿Y qué hace una traducción de este singular alegato antinapoleónico entre los documentos de Nicolás Scorcia? La hipótesis de Luis Ramírez es que un ejemplar del original debió de llegar al puerto de Valencia o al de Alicante (donde se habían refugiado bastantes nobles) en torno a 1810. "El conde debió de pedir una traducción para intentar editarla y repartirla entre esa especie de corte alicantina", señala. Pero esa versión o no se pudo contemplar o buena parte de ella se perdió. Lo cierto es que nunca ha habido una edición española de este libro.

Lo que ha quedado y ha sido descubierto ahora son veinte cuartillas, cuando el original tendría más de sesenta.

Ramírez pensaba que se trataba de "una historieta sin más o un ejercicio de caligrafía". Pero el título y el contenido del manuscrito apuntaron pronto hacia la obra de Barzoni. El joven, que no es un investigador profesional, contactó con la Biblioteca Británica y la Nacional de España, que le confirmaron que no hay constancia de una traducción al español de I romani nella Grecia. Tampoco es fácil encontrar la edición italiana, pese a su relativa popularidad en aquel país. Según lo que ha podido descubrir Luis Ramírez, sólo existe una copia en la Facultad de Teología de Granada.

El cotejo del manuscrito con otros textos firmados por el aristócrata y político valenciano sugiere que la traducción fue realizada por otra mano, ya que el trazo de la escritura es distinto.