La Academia de Bellas Artes de San Carlos reconoció ayer que la paralización de las obras de ampliación del Museo de Bellas Artes de Valencia, San Pío V, obligará a la institución a rechazar nuevas donaciones ya que el organismo no tiene en este momento condiciones adecuadas para la conservación de las mismas.

Así lo reconocía ayer el presidente de la Academia de Bellas Artes, Román de la Calle, quien dijo que la conclusión de las obras del museo es "imprescindible y básico" para un centro de su naturaleza y el contenido de sus colecciones.

La Academia de San Carlos ocupa, al igual que toda la colección del muso dedicada a pintura del XIX, así como el legado Pere María Orts, la zona afectada por la ampliación prevista. En este área no sólo la imagen que ofrece al visitante es lamentable para un museo de titularidad estatal y considerada la segunda pinacoteca española, sino que, además, no reúne condiciones. De hecho, cuando se producen en Valencia lluvias intensas aparecen goteras considerables que ponen en riesgo las pinturas. Además, toda su fachada principal esta en estado de abandono. Mallas metálicas impiden que los cascotes que se desprenden caigan sobre los transeúntes y, como reconocía De la Callen "alguno de los torreones están que dan miedo".

Sin embargo, el Ministerio de Cultura en su anteproyecto de presupuestos para 2011 eliminaba la partidas correspondientes para estas obras y cuya cuantía está estimada en 17 millones de euros. En un principio, las obras deberían de comenzar en 2011 y concluir en un espacio de dos años. Pese a ello, el Ministerio no contemplaría hasta 2015 volver a poner el proyecto en marcha.

Según el presidente de la Academia de San Carlos, la institución temía un retraso de las obras pero no su total paralización. Este hecho, según reconoció, les va a obligar a no aceptar más donaciones ya que ni pueden conservarlas, ni cumplir con las condiciones de la recepción: su exhibición. Además, no hay espacio físico para su almacenamiento.

"Creemos que después de tantos años de espera, ya está bien. El estado del museo no es bueno ni beneficia a nadie. Las instituciones deberían ponerse de acuerdo para encontrar una solución", dijo el catedrático de Estética