Argumentos relacionados con la adicción a las drogas y el narcotráfico, perturbados personajes de una Rusia desmoronada y blancos paisajes nevados se han adueñado hoy de las pantallas de Sitges, en un día que termina con el reconocimiento a Roger Corman, autor americano de culto.

La última película de Joel Schumacher, "Twelve", es una de las que se ha presentado hoy, protagonizada por Chace Crawford ("Gossip Girl") y centrada en un grupo de jóvenes del exclusivo Upper East Side de Nueva York que descubren los efectos de una nueva droga denominada "twelve".

A lo largo de hora y media, el director de "Un día de furia" y "Batman y Robin" va adentrándose por las peripecias de estos personajes que, como asevera uno de ellos, viven la vida de la mejor manera que pueden.

En el filme, basado en una novela de éxito del mismo nombre de Nick McDonnell, también aparece el cantante de rap 50 Cent, Rory Culkin y, aunque no se ve, se oye a un circunspecto Kiefer Sutherland, dando voz a un omnisciente narrador.

La jornada termina con la entrega de la "María Honorífica" a Julie y Roger Corman, en reconocimiento a su larga trayectoria en el mundo del cine, especialmente en tareas de producción en las últimas décadas.

A sus 84 años, Roger Corman es hoy un legendario productor, actor y director que, según ha declarado estos días en Sitges, no descarta volver a ponerse detrás de una cámara, una tarea que no realiza desde 1990.

Sin embargo, ahora, según ha desvelado en una charla con sus fans en el festival, le ha llegado un guión de Nicolas Cage sobre fenómenos paranormales, ambientado en el siglo XIX, que está estudiando para convertirlo en imágenes.

Nacido en Detroit en 1926, Corman, que fue Óscar honorífico en 2009, es especialmente recordado por sus adaptaciones, con bajo presupuesto, de las obras de Edgar Allan Poe, protagonizadas por Vincent Price, como "La máscara de la muerte roja", "La caída de la casa Usher" o "El cuervo".