Fue un fenómeno social en los años 70 con el cómic "Esther y su mundo". Campos, una de las pioneras en el mundo de la ilustración, ha regresado por la puerta grande. Ayer participó en una de las mesas redondas de Mostra Cómic, la sección de la Mostra de València.

Curioso el mundo de la cultura: de ser menospreciada a reivindicada y premiada...

La verdad es que sí. Todo se lo debo a las lectoras de entonces, que han reivindicado lo que les gustaba.

¿Por qué "Esther" gusta hoy?

Gusta y gustará mañana, porque es un personaje de siempre, con los problemas de cualquier adolescente, de antes o ahora. Antes se identificaban niñas de 13, 14 y 15 años y ahora son de 8 a 10.

Algunos decían que era retrógrado y convencional...

Incluso franquista.

¿Y usted que decía?

Me parecía una solemne tontería. ¡Pero si estaba hecho para Inglaterra! Luego lo compraron aquí, pero reflejaba la manera de vivir inglesa de aquella época. Sólo de pensar que era para niñas o mujeres algunos ya decían que era franquista.

¿Ha sido maltratada, cree, por escribir para mujeres?

No ha llegado a maltrato. Ha estado ignorada por ser de mujeres. Ahora, por fin, no.

¿Se equivocó Vázquez con eso de que mejor le habría ido en un burdel?

Sí, seguro. Fue una anécdota.

¿Dejó de publicar por cansancio, porque no le gustaba el producto final...?

Porque la editorial de Inglaterra dejó de hacer cómics.

¿Se considera feminista o esos calificativos los ve hoy como absurdos?

A día de hoy, sí. Entonces te obligaban a ser feminista, tal como estaba todo y como nos consideraban. Ha mejorado.

¿Y no se plantea hacer un "Sexo en Nueva York" en cómic para las lectoras de antes de "Esther", ahora ya talluditas?

Estaría bien, pero estoy restaurando las historias antiguas y haciendo nuevas. No sé si tendría tiempo.

¿Qué piensa cuando ve hoy el cómic tan considerado?

Está muy bien. No sé si llega a alta cultura, pero por lo menos ya es cultura, yo lo considero así, aunque todo cuesta.

Recomiéndeme un cómic.

Pues casi no tengo tiempo de leer. Se hacen cosas muy buenas, aunque hay menos lectores quizá, pero más fieles.