El Museo de Bellas Artes San Pío V de Valencia lleva sin director desde principios de año, cuando Fernando Benito abandonó por razones de salud. Y así continuará mientras el Ministerio de Cultura no rectifique formalmente y restituya una aportación económica importante con la que acometer la quinta fase de la ampliación de la pinacoteca. Es lo que ha decidido la titular de Cultura de la Generalitat, Trinidad Miró, que ha reforzado las competencias de la directora general de Patrimonio Cultural y Museos, Paz Olmos, sobre el San Pío V mientras se resuelve el conflicto por las obras.

Se pasa, por tanto, de una fase de director vacante a otra de ausencia oficial de director, con lo que supone de mensaje al ministerio y de cierre de las especulaciones y debates sobre posibles aspirantes al cargo.

La argumentación aportada ayer en el entorno de Miró es que no es el momento de contar con una dirección artística, cuando el asunto fundamental es la congelación del proyecto de ampliación. Por ello, la consellera tomó la decisión el pasado fin de semana de que la máxima responsabilidad del museo esté bajo un mando político de cara a la interlocución con los representantes de Madrid.

El ministerio ha decidido retirar en el proyecto de presupuestos de 2011 los fondos previstos (más de 7 millones) para ampliar San Pío V, proyecto que queda congelado como mínimo hasta 2014.

Ahorro económico

En la práctica, el refuerzo de los poderes de Olmos sobre el San Pío V no supone grandes cambios en el funcionamiento de los últimos meses, ya que como directora general de Patrimonio y Museos el de Bellas Artes ya estaba bajo su tutela. Se oficializa, por tanto, lo que ya venía siendo una realidad. Por ese motivo, agregaron las fuentes citadas, Cultura no ha llevado el refuerzo de funciones al Diari Oficial de la Comunitat Valenciana.

La solución supone también ampliar el periodo de ahorro económico que significa no tener director.

La entidad cívica Cercle Obert manifestó ayer que no espera que la medida pueda solucionar los problemas que sufre la pinacoteca, "un barco que lleva demasiado tiempo sin capitán y sin la financiación adecuada para acometer las reformas". Dudó asimismo de lo que pueda hacer alguien no dedicado en exclusiva.