Cocodrilo

espacio inestable (valencia)

De Paco Zarzoso. Int: Lola López, Pau Calatayud, Toni Sancho, Marcos Spronton. Dirección: Felix Vilata. Compañía Tornadia.

Lo más interesante de esta producción de la Cía. Tornadia es la oportunidad que nos ofrece de reencontrarnos con uno de los textos más logrados de Paco Zarzoso. La pieza sigue considerándose como una de las que marcaron época dentro de la nueva dramaturgia de los noventa. De ahí la importancia, repito, de este montaje, ya que nos revive un estilo puro, todavía limpio de algunas degeneraciones posteriores. Un modo de hacer, donde todo atisbo de narración se encuentra fragmentada. Los personajes, repletos de simbología, trasmiten unas obsesiones tan inverosímiles como cotidianas. Hay retazos de una realidad reconocible (unos personajes que se disputan los territorios urbanos de la noche; una familia se forcejea en sus territorios personales, un adolescente, víctima de sus padres y de un entorno protector…) pero desfigurados, como creados por una conciencia amputada.

Todo ello estructurado con una asombrosa matemática (los cambios de parejas). Una historia escondida en un maremágnum de diálogos brillantes, pensamientos en voz alta, sucedáneos de conversaciones que tapan, que esconden. No hay trama para que aumente lo teatral (el silencio, la palabra, la contextura...), como ya apuntara Beckett.

Y ya puestos en el presente montaje, la dirección de Felix Vilata está cuidada, no chirría, pero no aporta demasiado a este reencuentro. Su propuesta escénica mantiene algunas constantes vitales, pero no termina de respirar este cocodrilo duro de roer que precisa, para su buena digestión, algo más que una coreografía de movimientos y gestos. Los intérpretes están mejor en la imagen física que en la oratoria. Y la palabra es fundamental en esta obra, es igual de inquietante que la corporalidad. En todo caso, creo que Toni Sancho (El Cerdo) es quien más se acerca a su personaje. De todos modos, bienvenido sea este trabajo porque nos recuerda que Cocodrilo sigue a la espera de una propuesta escénica de alto calibre. Una producción pública, por ejemplo.