La Mostra de València echó el cierre en la madrugada de ayer -no faltó el copetín tras la gala de clausura- y no tiene tiempo para el síndrome postparto, ya que una nueva edición, la número 32, espera a la vuelta de la esquina: del 8 al 16 de abril de 2011. Pero el nuevo rumbo tomado en el último no cambiará. "Este es el comienzo de una nueva etapa ambiciosa y no hay vuelta atrás posible", zanjaba ayer el director del certamen, Salomón Castiel, responsable de la especialización en cine de acción y aventuras y de haber dejado atrás la identidad exclusivamente mediterránea.

El ex director del Festival de Málaga se muestra muy satisfecho de los resultados de la nueva Mostra. No puede ofrecer aún datos definitivos de asistencia y repercusión, pero avanza que serán "muy superiores a los del año anterior".

Castiel pide un margen y algo de tranquilidad. "A los festivales hay que darles tiempo y este no tiene nada que ver con el anterior, necesita un plazo para crecer poco a poco. El cambio de fechas nos ayudará también", declaraba ayer a Levante-EMV. "Los resultados han sido positivos, pero en un año no se puede andar todo el camino", insistía.

La nueva ubicación en el calendario, sostiene, hará más fáciles las cosas, ya que se evitará la presión actual de otros certámenes españoles: hasta ahora estaba encajonado entre las asentadas citas de Sitges y Valladolid.

Pero el objetivo, no obstante, no es reclutar más rostros conocidos para la Mostra y ganar con ello impacto fácil en los medios de comunicación. "Tendemos más a los creadores que a las estrellas", señala el director, que admite que estas últimas son más caras y más difíciles de conseguir. "Acabarán viniendo de la mano de las major (las multinacionales de producción y distribución cinematográfica)", apostilla.

En todo caso, agrega, es una cuestión de modelo. Castiel rechaza la etiqueta de festival de cine comercial -algunas películas, como StoneLos seductores, han sido proyectadas sólo unas horas antes de estrenarse en las carteleras- que algunos han colgado a la nueva Mostra al virar hacia los filmes de acción. "No hemos apostado por lo fácil", subraya.

Y explica que los productos que se buscan para el certamen utilizan la acción para abordar otras cuestiones, "como los conflictos por la droga en Italia o los disturbios en Francia".

El festival estrenará nuevas fechas en 2011, pero no una cartera más abultada, una de las reivindicaciones con las que Castiel llegó de Málaga. Da por hecho que el presupuesto no se moverá, así que "pelearemos en el ámbito privado", dice, "y continuaremos apretando el presupuesto y ahorrando costos". Este año, pone como ejemplo, han llegado a rogar a invitados que vinieran en tren y no en avión.

Castiel asegura no estar molesto por el hecho de que el grueso del cine español optara el sábado por ir a la apertura de la Seminci (Valladolid). Y se felicita de haber tenido el respaldo de la Academia del Cine y del ministerio.