Una cinta encontrada en la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos prueba que Concha Piquer protagonizó la primera película sonora en español en 1923, cuatro años antes de que Alan Crosland rodara El cantante de jazz, considerada por los historiadores como la primera obra cinematográfica hablada.

Fragmentos de esta película serán emitidos hoy por La 2 de Televisión Española dentro del documental Conchita Piquer, dirigido por Jorge M. Reverte y con guión de Agustín Tena, que fue quien localizó y recuperó el filme en Washington a principios de este año.

"No sólo es la primera película sonora en español, sino que es cuatro años anterior a la que se considera oficialmente la primera", explicó Tena en declaraciones a Efe. Se trata de una cinta de once minutos que Lee DeForest rodó con una adolescente Concha Piquer y que incluye recitados, un cuplé andaluz, una jota aragonesa e incluso un fado luso (Ainda Mais), lo que también la convierte, según Tena, en "la primera película sonora en portugués".

En el filme, exhibido en el cine Rivoli de Nueva York en 1923, la artista valenciana acompaña con sus castañuelas los bailes y canciones. Una biografía de la intérprete de Ojos verdes ya mencionaba la existencia de esta película, aunque la databa en 1927, debido a que fue en ese año cuando DeForest viajó a España para intentar vender su sistema de cine sonoro.

Sin embargo, Tena comprobó en la Internet Movie Data Base (IMDB), la mayor y más fiable base de datos cinematográfica en la red, que el copyright de la película aparecía fechado en 1923, y con este dato localizó a un coleccionista estadounidense, ya octogenario, que tuvo en su poder la cinta hasta que la cedió a la Biblioteca del Congreso.

El filme apareció finalmente en este lugar y el Congreso estadounidense donó a la productora del documental Conchita Piquer los derechos mundiales de la cinta, de la que se cederá una copia a la Filmoteca Española, agregaba Tena.

La cinta, sin duda, se convierte así en un hecho muy especial para la Historia del cine y marca un antes y un después.

Una carrera de éxito en Nueva York

Concha Piquer fue reina de Nueva York durante un tiempo. Allí fue descubierta por el maestro Penella, en 1922, tras interpretar la canción "El florero" en el entreacto del estreno de "El gato montés". Gracias a aquel éxito la Piquer se quedó cinco años en Nueva York hasta que regresó a España para formar su propia compañía.

Durante su trayectoria, la actriz y cantante, rodó varias películas. Su primer título fue "El negro que tenía alma blanca", de Benito Perojo, el productor que le abrió las puertas del cine mudo y del sonoro. "La bodega" era hasta ahora la que se consideraba la primera película sonora rodada por la estrella de la copla. "La Dolores", "Canciones de nuestra vida" o "Me casé con una estrella" fueron otras de sus películas.