Decía Cicerón que la fortuna, y no la sabiduría, es la que rige los destinos del hombre. Algo parecido debe pensar Albert Rifflart, un restaurador belga afincado en Canarias, propietario de un supuesto cuadro de Leonardo da Vinci, desaparecido hace ya 200 años, y que actualmente se exhibe en la Finca Montecristo del barranco de Ayagaures, en el municipio de San Bartolomé de Tirajana, en un centro internacional de arte que es propiedad del maestro floral francés Guy Martin.

Rifflart se encontraba, hace 35 años, trabajando en una iglesia del pequeño municipio francés de Crepy. La humildad de este pueblo, y la de sus habitantes, hizo que su alcalde, ante la imposibilidad de recompensar de forma económica a Rifflart por su labor, le diese como opción elegir entre alguno de los objetos que, en estado de ruina por los efectos de los bombardeos nazis al país vecino durante la II Guerra Mundial, estaban abandonados en el sótano de la iglesia.

"Todo era un cúmulo de polvo y objetos en un estado de deterioro absoluto", recuerda. "Y opté por un marco que no se sabía muy bien qué tipo de obra albergaba y que me llamó mucho la atención por su lujo". Rifflart depositó este objeto entre otros "inservibles" en su casa de Bélgica hasta que un día, 35 años después, le dio por hacer una revisión exhaustiva de esas pertenencias. "Estuve varios días limpiando el espesor de porquería que cubría completamente el lienzo", señala Rifflart, y, cuando concluyó su labor, comprobó estupefacto que "aquello tenía todo el aspecto de ser una obra del Renacimiento", señala.

Desaparecido

Tras hablar con varios expertos en arte, muchos coincidieron en que podría tratarse de un cuadro desaparecido de Da Vinci titulado 'Francisco I en adoración al sagrado corazón de Jesús' de unas medidas de 90 X 30 centímetros y que, tras la Revolución Francesa, pudo ser escondido porque mostraba a la figura del rey Francisco I de Francia, totalmente defenestrado en aquel momento, ante Jesucristo. La importancia de la obra, en el caso de que fuera auténtica, es crucial para la historia del arte ya que cuando Francisco I accede al trono de Francia, las ideas del Renacimiento se habían difundido en todo el país; fue este rey uno de los promotores de su difusión, encargando numerosos trabajos a artistas, entre los que se encontraba Leonardo da Vinci, que pintó sus célebres La Gioconda, La Virgen, El Niño Jesús y Santa Ana y San Juan Bautista. Curiosamente, Da Vinci permanece en Francia hasta su muerte, que, según una leyenda, se produjo en los brazos del rey.

Como es natural, varios expertos del Ministerio francés de Cultura estudian la autenticidad de esta obra y, en caso de que se confirmase, será considerada Monumento Histórico de Francia. Sin embargo, Rifflart se encarga de enumerar las claves que demuestran que es un auténtico Da Vinci y que se repiten en la mayoría de las obras del genio florentino, especialmente en La Gioconda. Así, se podrían citar las tres rocas que, a modo de nubes, sostienen la figura de Cristo; el velo oculto que aparece sobre la figura del rey (igual que en la Mona Lisa); la forma del dedo índice de Dios (al igual que el San Juan); el cuello del rey como una "u", o las dos flechas de la base. Además, el cuadro, en su bastidor, tiene un número y una marca, que era la forma en que los nazis clasificaban las obras que les interesaban en los países que invadían.

En caso de que fuese auténtico, la cotización del cuadro no bajaría de los 4 millones de euros, y Rifflart estaría dispuesto a destinar la mitad del dinero a los niños de San Juan de Dios. Por lo pronto, la obra se exhibirá por primera vez hoy, a las 20.30 horas, en un acto al que asistirán los cónsules de Alemania, Francia y Finlandia, además de los alcaldes de Santa Lucía y San Bartolomé de Tirajana y el ministro de Cultura finlandés. El público interesado puede acudir a la finca a ver la obra los miércoles y viernes de 11.00 horas a 17.00 horas, hasta el 25 de diciembre. En ambos días, a partir de esa hora, el cuadro será transportado y depositado, con grandes medidas de seguridad, en la caja fuerte de un banco.

Sea auténtico o no, la visita a la finca de Guy Martín es una experiencia recomendable para los que les guste compaginar el arte con la vida sana ya que, además de ser una zona adaptada al medio natural, incluye exposiciones al aire libre de artistas canarios, como la escultora Ana Luisa Benítez, y de otros de todas partes de Europa.