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"Som a l'albada i la terra es va fent clara, un antic país que hem d'endreçar i portar a l'avenir".

El grupo de folk valenciano Al Tall cumple 35 años de carrera. Una trayectoria marcada por la reivindicación de la cultura y la lengua en sus momentos más críticos.

"Al Tall ha tenido un papel indispensable en la música valenciana. Por una parte, adaptó la música folk norteamericana -con influencias, sobre todo, de Bob Dylan- al valenciano y, por otra, se encargó de recuperar el patrimonio sonoro grabando canciones populares que, de no ser por ellos, habrían caído en el olvido", explica Víctor Mansanet, autor del libro homenaje Al Tall, música per a un poble, recién publicado por la editorial Bromera. En él, además de recorrer la evolución del grupo, analiza la historia de la música valenciana desde la nova cançó hasta nuestros días.

Al Tall destacaron en su momento por compaginar a la perfección la diversión del público con la difusión de conciencia popular, a través de canciones como El cant de la muixeranga, considerado por muchos -como Joan Fuster- el himno del País Valencià. "La importancia de Al Tall se refuerza con su valentía, en unos momentos muy delicados para nuestra cultura. La dictadura no acabó cuando murió Franco, sino que se alargó unos años más", explica Mansanet.

En un libro que homenajea a Al Tall, pero también a los grandes de la música en valenciano, no podía faltar la mención a artistas como Maria del Mar Bonet, Lluís Llach, Pavesos, Raimon u Ovidi Montllor. Este último, considerado un cantautor injustamente olvidado: "Fue un personaje clave, porque interpretó un papel imprescindible en unas condiciones precarias y porque fue uno de los primeros en incorporar a sus canciones letras de poetas valencianos". La generación de artistas de Raimon y Ovidi se vio obligada a emigrar a Cataluña, donde encontraban mejores condiciones para ejercer su trabajo, "tanto por la industria cultural que todavía no se había desarrollado en el País Valencià como por la mayor receptividad de este territorio".

"La represión continúa hoy"

Pero la lucha de los artistas valencianos contra la represión no se acabó tras la dictadura. De hecho, Mansanet considera que aún hoy, la situación se presenta complicada: "Los artistas que utilizan el valenciano no han tenido ningún tipo de repercusión mediática, no aparecen siquiera en Canal 9, lo que es una injusticia. Las instituciones optan por cualquier música excepto por la suya propia, parece que las salas públicas estén vetadas para músicos y actores que utilizan la lengua valenciana. Es muy poco inteligente lo que está haciendo la Generalitat, aunque no quiero pensar que ha sido con maldad, sino que están ciegos, que lo hacen por ignorancia".

El escritor se reconoce "crítico con el presente y el futuro". Sin embargo, valora positivamente las asociaciones que se encargan de difundir la cultura en catalán, destacando el papel de las universidades valencianas-la Universidad de Alicante realizó unas jornadas y una exposición sobre Al Tall este año- y "las asociaciones de actores y cantantes que demuestran su calidad, entre los que se encuentran Feliu Ventura, Pep 'Botifarra' y muchos más. Gracias a ellos se sigue difundiendo la cultura en catalán", añade el escritor.

La situación actual es complicada, sobre todo por el poder de las multinacionales, "la dictadura del rock, mediante la que las multinacionales intentan invadir todos los mercados con música en inglés, y es muy complicado competir con ellas". A este factor, se suma la "falta de información y cultura de la lengua" en nuestro territorio, aunque Mansanet se muestra optimista en base a dos factores principales: "Cada vez más surgen artistas jóvenes, que aportan frescura, lo que me da una cierta esperanza. También la aparición de medios informativos que apuestan por el catalán".

De cara al futuro, "lo más importante es adaptar todos los géneros a la lengua, para dar una sensación de normalidad". Cada vez son más los artistas que optan, no por hacer música tradicional valenciana, sino por adaptar géneros más comerciales a la lengua. De este modo, "el público se acostumbra a comprar por la calidad, y no por la lengua. Siendo así, el futuro no será oscuro en absoluto, si se abren nuevos horizontes y se exporta la música".

A pesar de todas las dificultades, los componentes de Al Tall siguen al pie del cañón, "existen, pero no se divulgan". Trabajan por sus ideales después de 35 años, creando conciencia y manteniendo la cohesión de la cultura mediante las canciones populares que lograron devolver al repertorio de muchos y las reivindicaciones todavía vigentes para el pueblo valenciano.