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No habría década de los sesenta en Valencia sin el Alkazar ni Rosita Amores, figura de la revista. Aún en activo, ahora dedicada a fines sociales y a recordar su leyenda entre su generación, la vida de Rosita Amores, aquella niña que quería ser bailarina para que su madre dejara de trabajar, saltará a los escenarios. Y es que El amor de Miss Amores es el título del espectáculo que recorrerá la vida de la vedete y, al mismo tiempo, la propia historia de Valencia durante sus años de oficio: desde la censura, a las plumas y las lentejuelas; del Ruzafa, Barrachina y Balanzá a la doble moral escondida en los palcos del teatro de General Sanmartín; de los días de vino y rosas a las canciones que hicieron época.

Dirigido por Juli Disla y producido por Adi Producciones, el montaje tendrá rasgo de documental en formato de music hall. La actriz, Belén Riquelme hará de la Rosita de los sesenta y el actor Frank Alonso de Galán. La propia Rosita Amores estará en el escenario, para actuar pero también para ir narrando su propia vida, matizar a los actores y darle la entrada a Arcadi Valiente, su pianista en esta ocasión. La producción musical ha corrido a cargo de Lluís Miquel Campos y Mariscal, que la llevó al Molino de Barcelona, se ha encargado del grafismo y la imagen. En sólo un pequeño número del equipo que trabaja en torno a este proyecto tan singular pero atractivo.

Como ella: transgresión, humor y picardía. El espectáculo, según cuentan muestra a la mujer como incansable trabajadora con sus sinuosas plumas y capas semitransparentes, pero también a la artista familiar, inagotable y superviviente de una etapa imborrable.

"Ella es también una excusa para poder hablar de una época y sobre todo de cómo era la Valencian de los sesenta, la Valencia clandestina y prohibida de la revista, algo muy auténtico", comenta el director Juli Disla.

Rosita anda estos días más que ajetreada. "Ahora no cariño que estoy ensayando y tenemos mucho trabajo", dice cuando le preguntan por un papel y unas andanzas interminables que le toca recordar a los 73 años.

El espectáculo, cuyo preestreno se producirá el próximo viernes en Alboraia, tras un corto rodaje se estrenará en el Musical de Valencia el 9 de marzo cuenta con el vestuario original que usó la artista. "Pretendemos que sea un espectáculo sencillo y elegante. Nada de chabacanería, sino de recuerdos de una trayectoria, que nos enseñe a una mujer que lo que no quiere es dejar de trabajar", añade Disla.

Como repertorio se han elegido también las canciones de entonces. No faltará, claro, Ponle menta, ni El llobarro, Nit de varietes o la Cuinera, como tampoco un homenaje al Titi, otro de los clásicos de la revista valenciana y otro icono de la época. Y como colofón un guiño: la propia Rosita Amores cantando a Lady Gaga como reivindicación de una primitiva reina camp. Si al final, como se ve y recuerda Disla, todo está inventado.