Los gustos de los habituales de las bibliotecas no coinciden a menudo con los de las editoriales. Ni tan siquiera, en ocasiones, con los de los compradores de libros, si se coteja la lista de los títulos más vendidos con la de los más prestados. Si se hace caso a los datos de 2010, es una demostración de sabiduría literaria. Cualquiera pensaría que el título de más éxito el año pasado en la Biblioteca Pública de Valencia -la más importante de la Comunitat Valenciana- sería el último de Dan Brown, Ken Follett u otros firmantes de best sellers. Pero no. A quienes se toman la molestia de acudir a la biblioteca para pedir un libro y llevárselo quince días a casa, lo que más les ha interesado es la penúltima novela de Paul Auster (Invisible).

El primer síntoma de que un libro funciona en una biblioteca es su ausencia en el mostrador de novedades. Si el usuario no suele encontrarlo es que el ejemplar no descansa entre devolución y préstamo.

Los bibliotecarios pueden contar ejemplos sobre ello y no parar. Uno reciente: la Biblioteca Pública de Valencia se hizo con una considerable provisión de ejemplares de El sueño del celta y El cementerio de Praga, los últimos partos de dos grandes de la literatura (el flamante Premio Nobel, Mario Vargas Llosa, y el siempre erudito Umberto Eco, respectivamente). Pero, ¡oh, sorpresa!, si usted acude el lunes al casón del viejo hospital general, encontrará volúmenes de ambos en el expositor.

Los ejemplos también se dan a la inversa, claro. Cuenta la directora de esta Biblioteca del Estado, María Jesús Carrillo, que tuvieron que pedir de urgencia hace poco una nueva remesa de ejemplares de Inés y la alegría, el último novelón de Almudena Grandes, al comprobar que estaba solicitadísimo y con lista de espera.

El libro de la autora de Las edades de Lulú ha sido una de las novedades de 2010 más demandadas, aunque no figura en el ránking general porque salió al mercado en el último trimestre.

La Biblioteca de Valencia no cuenta con un programa matemático que calcule las obras de más éxito según los préstamos y los días del año que han estado a disposición del público, pero los técnicos estiman que Inés y la alegría junto con El asedio (Arturo Pérez-Reverte), Rapsodia gourmet (Muriel Barbery), El tiempo entre costuras (María Dueñas), La caída de los gigantes (Follett) y, de nuevo Auster -con su última creación (Sunset Park)- serían las novedades estrella de 2010.

Pero volviendo a los fondos completos de la casa -incluyendo libros editados cualquier año-, tras Invisible, sobresalen la novela histórica de Matilde Asensi, la última obra editada en España de la francesa Barbery, El juego del ángel (Carlos Ruiz Zafón) y un voluminoso paquete de novelas de género negro: desde No hay que morir dos veces, del veterano González Ledesma, a algunos de los últimos títulos nórdicos, como La ira del fuego y Zapatos italianos (Henning Mankell) y Las hijas del frío (Camilla Läckberg).

La misma reflexión puede hacerse sobre los préstamos de música. Clásicos como Van Morrison, Antonio Vega o el autóctono Nino Bravo destacan frente a los últimos gritos del pop-rock. Y en películas, el DVD triunfador del año en la Biblioteca Pública ha sido El retrato de Dorian Gray, un filme que no revolucionó las taquillas de cine. Le siguen King Kong y El laberinto del fauno.