Rafael Benítez Sánchez-Blanco (Universitat de València) es el especialista de referencia sobre Juan de Ribera y los moriscos. Ayer participó en el congreso internacional El Patriarca y su tiempo para abordar el caso de los colegios de niños moriscos. "La decisión de expulsar a los moriscos en 1609 es del rey [Felipe III] y el duque de Lerma, que utilizaron los informes que había hecho el Patriarca para justificarlo", manifestó el profesor a Levante-EMV.

Para Benítez, la valoración que Juan de Ribera tenía de los moriscos era "dura, no cree que se puedan convertir ni puedan ser buenos fieles cristianos, pero no fue responsable de la expulsión".

El propio caso de los colegios de niños moriscos demuestra que en 1609 el Patriarca trabajaba en mejorar esta institución de Valencia (había uno masculino y otro de niñas), lo que chocaría en cierta manera con que fuera él quien forzó la expulsión, estigma que perdura desde Escolano.

Tras el destierro, profundizó Benítez, el edificio para los niños moriscos pasó al Colegio de Niños Huérfanos del Emperador (actualmente, de San Vicente Ferrer) y las rentas van a parar a la Inquisición y, en una parte pequeña, al Colegio Corpus Christi.