El escritor e intelectual histórico del valencianismo Josep Iborra (Benissa, 1929) falleció ayer en Valencia tras pasar los últimos días en el hospital a causa de un derrame cerebral, explicaron ayer amigos y compañeros en la Universitat de València, donde Iborra desarrolló buena parte de su carrera profesional: primero de la mano de Manuel Sanchis Guarner en el Institut de Ciències de l'Educació (ICE) y sus históricos cursos de valenciano y, más tarde, en el Servei de Normalització Lingüística. El sepelio tendrá lugar esta tarde (15.30 horas) en el tanatorio Servisa de la avenida Tarongers de Valencia. Entidades como Acció Cultural -era socio cofundador-, la Associació d'Editors y el Institut Interuniversitari de Filologia Valenciana (IIFV) lamentaron ayer su muerte.

Con Iborra se va uno de los nombres fundamentales en la recuperación de la cultura valenciana de la segunda mitad del siglo XX al lado de Joan Fuster, Sanchis Guarner o Vicent Ventura, de los que fue amigo y discípulo.

No es casual que su tesis doctoral la dedicara al ensayista de Sueca. Humanisme i nacionalisme en Joan Fuster se tituló el trabajo, el primer estudio en profundidad sobre la obra del autor de Nosaltres, els valencians, recordaba ayer el profesor Francesc Pérez Moragón.

Por esos juegos del azar, una de las últimas colaboraciones culturales de Iborra fue en la última Jornada Fuster, organizada por la cátedra que lleva su nombre en noviembre pasado. Habló entonces de la relación de Fuster con la música clásica. La ponencia está aún por publicar, al igual que bastantes escritos del pensador de Benissa.

Iborra, de escasa obra editada, se dedicaba en los últimos años a seleccionar sus notas, pensamientos y aforismos de cara a su edición. Inflexions (Bromera) es el título del conjunto de estas piezas breves que publicó en 2005 y con el que obtuvo el reconocimiento de la crítica valenciana.

Pérez Moragón confesaba ayer la dificultad para etiquetar a Iborra: narrador, crítico, ensayista, profesor, activista culturalÉ "El valor de Iborra es su no especialización, su megacultura", afirmaba.

De orígenes humildes -su padre era un guardia civil que se mantuvo al lado de la II República-, estudió Bachillerato en Alcoi y en 1948 se trasladó a Valencia para hacer Filosofía y Letras y Derecho. Sin embargo, tuvo que interrumpir sus estudios por falta de recursos. Ventura le ayudó entonces con una ocupación en un colegio mayor a cambio de alojamiento y manutención.

En 1955 debutó en la literatura con el volumen de relatos Pàraboles i prou (reeditado en 1995), su única obra de ficción. Fuster portàtil le valió el Premi Octubre de ensayo en 1982. La trinxera literària (1974-1990) y Confluències son otras obras de pensamiento.

El compromiso con la promoción de la cultura -en su etapa de profesor en Gandia estuvo al frente del ateneo de la capital de la La Safor y fue multado por un recital de Raimon- le llevó a mantenerse fiel con la tertulia histórica de Fuster. Con Doro Balaguer y Garcia Richart era de los veteranos que seguía acudiendo los martes a la cita (en una cafetería de la plaza del Ayuntamiento de Valencia en su última etapa).