­¿Cómo valora el auto sobre las medidas cautelares?

La única valoración que cabe es positiva para Ciudad de la Luz. El juzgado estima que hay un periculum in mora (riesgo de daño), que Aguamarga esta incapacitada para la gestión en estos momentos y que hay dos personas —a las que el Consell encarga el proyecto por su profesionalidad y vinculación con el cine: Sainz de Vicuña y Olaizola— que quedan desvinculadas. El auto reconoce esa incapacidad por diferentes motivos y establece como medida cautelar la administración judicial de Aguamarga.

Pero no dice nada de su desalojo, que también reclamaban.

Hemos pedido una clarificación de la sentencia, pero lo que sí dice es la incapacidad de Aguamarga para la explotación del proyecto y expresa una condena en costas a Aguamarga. Nosotros no tenemos que pagar ni un euro.

Pero sí deben poner de garantía 38.000 euros.

Es normal en una sentencia así, porque es lo que va a garantizar en el juzgado, entre otras cosas, poder ejecutar contra Aguamarga las medidas cautelares de administración judicial. Eso no significa que nos condenen a nada.

¿Habrá un auditor que vigile la gestión de Aguamarga. ¿Están conformes?

Efectivamente. Porque a quien se le impone la administración judicial es a Aguamarga, no a Ciudad de la Luz. Y esto solo es una medida cautelar, el pleito es otro, la rescisión del contrato.

El objetivo final es lograr la rescisión del contrato con Aguamarga y, de producirse, ¿pedirán la gestión del complejo o se sacará a concurso?

El fin que se persigue es convocar un nuevo concurso público.

En este pleito, Aguamarga sigue diciendo que Ciudad de la Luz le adeuda 2,2 millones desde 2009 para hacer su trabajo.

Eso no es cierto. No se le adeuda ni un euro. Hemos pagado hasta el último día del contrato, que fue rescindido el 15 de noviembre de 2010, con finiquito depositado ante notario, que Aguamarga tuvo muy pocos problemas o escrúpulos en recoger.

¿Ciudad de la Luz tiene pérdidas o beneficios?

El impacto es incuantificable, además de los 174 millones de euros para la C. Valenciana por los 55 rodajes de estos años. Y tenemos diez tomos de apariciones en prensa o de la ilusión que genera en la ciudad que actores y gente de Hollywood llenen restaurantes y hoteles. Al ciudadano le reporta beneficios.

¿Y Aguamarga tiene pérdidas o beneficios?

Lo que tiene es una mala gestión, imagino que tendrá pérdidas. Una gestión que no era tan mala con anterioridad (a la entrada de nuevos gestores) y que empieza a ser mala por un cambio en el accionariado que ni nos comunican.

¿Qué relación tiene hoy Ciudad de la Luz con Aguamarga?

Tiene una relación operativa con Aguamarga, por el deber de seguir manteniendo la operatividad del complejo. Estamos negociando películas y escuchando, si tuvieran a bien, cualquiera de las sugerencias de Aguamarga.

Entonces, Ciudad de la Luz está gestionando proyectos...

No, no está invadiendo competencias de Aguamarga. Ciudad de la Luz está gestionando lo que Aguamarga abandona por pura falta de operatividad.

Es decir, creen que Aguamarga no está haciendo su trabajo...

Sí, y nosotros estamos trabajando el doble, el triple o el cuádruple.

Le parecerá normal que el IVAC haya concedido una ayuda a la serie «Crematorio».

El comité lo estipuló por méritos propios, porque Crematorio cumplía todos los requisitos objetivos.

Es paradójico que en la serie se hable de corrupción en la C. Valenciana con varios frentes abiertos en el juzgado por estos motivos de responsables del Consell.

Eso prueba la objetividad y la buena fe del Gobierno de Camps. Pero, ojo, no es de la corrupción en la C. Valenciana, sino en España.

¿Nadie del Consell le ha dicho que esté molesto?

A mí nadie me ha llamado salvo para felicitarme por la calidad de esta serie