Gracias al ordenador, muchas actividades se hacen sin necesidad de consumir papel. Sin embargo, por suerte o por desgracia, se continúa utilizando el papel. En un listado de anuncios por palabras, que pergeñé para un festival del colegio, incluí el siguiente: "Ni la radio ni la television vencerán a la prensa. Envuelva sus almuerzos con papel del periódico Levante". Por aquellas fechas, este diario se imprimía en un formato doble del actual -como The Daily Telegraph- por lo que su capacidad empaquetadora resultaba ostensible. Luego vendrían las servilletas de papel, las bolsas de papel y las de plástico, el papel de aluminio, etcétera, con lo que periódicos perdieron una de sus funciones cotidianas. No sé si tal circunstancia influyó para que el rotativo que lees pasara a formato tabloide.

Sin embargo, hoy continuamos consumiendo papel en cantidades importantes. Este periódico, por ejemplo, realiza su edición digital, sin dejar por ello de imprimirse en papel. En el caso de los libros, os diré que se me hace muy cuesta arriba hacerme lector de un e-book -en español, libro electrónico, del inglés book, libro, y e, abreviatura de electrónico, ¡qué cosas!-, porque me considero un papirómano (no confundir con pirómano, ¡por Dios!) o maniático del papiro, vocablo todavía no aceptado por la RAE.

Confieso que me emociona tocar las páginas de un libro y estoy convencido de que ese es un acto erótico de alto nivel. Son las caricias iniciales en el juego del amor. Luego llegará la lectura de la narración o el ensayo y es posible que se alcance el climax que propicia el orgasmo. A decir verdad, no es fácil tropezarse con ls literatura orgamástica, voz esta última tampoco incluida en el diccionario de la RAE.

En el artículo periodístico resulta más difícil conseguir el cenit de la escala erótica. Porque clímax no es otra cosa, según su etimología, que escala, una escala ascendente hasta alcanzar la cúspide. Los griegos eran muy sabios. Pero lo curioso es que la RAE incluya como cuarta acepción de la citada palabra: "Momento culminante de un poema o de una acción dramática". O sea, que no voy demasiado desencaminado en mi apreciación. Es evidente que existe un paralelismo entre la erótica y la escritura en general. Porque, si nos metemos en casos particulares, podremos acceder a textos donde el erotismo se convierte en tema. Pero no sólo en temática de narrativa, sino también en substancia poética. Es más, yo he tenido ciertas experiencias con el ensayo.

Y es que el roce hace el cariño y el papel, en determinados casos, no es ajeno a esta apreciación.