Entidades del sector de las artes visuales ha pedido al nuevo president de la Generalitat que la directora del Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM), Consuelo Císcar, "dimita o sea destituida de su cargo" al considerar que ha puesto a esta institución "a su servicio, no al de los ciudadanos".

En una carta abierta del sector a Alberto Fabra, hecha pública ayer, distintas entidades relacionadas con el sector exigen que Císcar explique detalladamente "aquellos asuntos en los que la independencia entre el dinero público y sus intereses privados se ha visto tantas veces comprometida e incumplida".

La carta está suscrita por el Consejo de Críticos y Comisarios de Artes Visuales, Mujeres en las Artes Visuales, la Unión de Asociaciones de Artistas Visuales (UAAV), la Associació Catalana de Crítics d'Art (ACCA), Artistes Visuals de València, Alacant i Castelló (AVVAC) y la Associació Valenciana de Crítics d'Art (AVCA).

La sustitución de Císcar al frente de la dirección del IVAM "es ya imprescindible", señalan en el escrito, pues consideran que la directora del museo ha mostrado una "ausencia total de profesionalización en los procedimientos empleados".

Además, exigen "transparencia en las cuentas del museo y en las adquisiciones de obra para su colección, en la contratación de servicios externos" y en "las cuestiones relacionadas con las donaciones".

El sector pide la dimisión o destitución de Císcar "mediante un procedimiento de acuerdo al Manual de Buenas Prácticas, que garantice la selección no politizada de un profesional con el perfil adecuado".

A juicio de los firmantes, "los parámetros de profesionalidad en la gestión, en los modelos de relación con los agentes implicados y en los sistemas de evaluación y control de los objetivos y del gasto no cumplen los mínimos criterios deontológicos deseables".

"Existe, además, una ausencia total de profesionalización en los procedimientos empleados por Císcar", señalan para criticar que la directora se haya atribuido "el comisariado de numerosas exposiciones (más de 3.000, según ella misma ha declarado) realizadas por otros comisarios".

Además, ha "firmado cientos de textos no institucionales, sino de 'autor', no escritos por ella; impuesto un programa de exposiciones en el que predominan muestras dedicadas a artistas allegados a su persona; y promocionado la carrera artística de su hijo aprovechando los contactos y los presupuestos públicos".

Según critican, Císcar ha tenido "una capacidad de decisión sobre materia cultural y artística desde hace varios lustros en la Comunitat Valenciana que resulta desproporcionada", según los "malos resultados" que de su gestión se han ido poniendo de manifiesto.

En la carta señalan que el IVAM "es una institución que, en otro tiempo y con escasos medios económicos, fue el ejemplo a seguir por otros museos nacionales e internacionales" pero desde 2000, señalan, "entró en una degradación que, a lo largo de una década, ha sido cada vez más notable".

A su juicio, desde ese año las exposiciones que se presentan en el IVAM "están directamente relacionadas con los caprichos y compromisos de sus directores, sin seguir las directrices de difundir y dar a conocer las propuestas que configuraron el arte del siglo XX y las que están sentando las bases del XXI".