Los problemas se multiplican día a día en la Orquestra de la Comunitat Valenciana, formación residente del Palau de les Arts. A la ausencia de secretario técnico del colectivo desde hace meses por divergencias y desencuentros con los músicos, se suma ahora la salida del inspector de la misma, un músico que asumió la responsabilidad como mediador entre la intendencia del coliseo y el colectivo de músicos.

La dimisión se producía el miércoles horas antes de que comenzara el concierto que la Orquestra ofrecía en el teatro romano de Sagunt a Escena como espectáculo inaugural del certamen.

Según reconocieron ayer a Levante-EMV diversas fuentes consultadas, la dimisión se produjo tras las presiones que el colectivo sufrió a causa de la interpretación de una obra que finalmente fue eliminada del repertorio.

La Orquestra había preparado, entre otras obras, la partitura de Alfred Schnittke Moz-Art à la Haydn, obra para orquesta y dos violines solistas. Ante la situación económica, se sugirió a dos violinistas de la formación que asumieran el papel de solistas a cambio de una compensación económica. Sin embargo, según las mismas fuentes, momentos antes del concierto se rompió el acuerdo amenazando con el despido improcedente a una de las violinistas en caso de que se negara a interpretar la obra. La segunda violinista rechazó también actuar en solidaridad con la primera.

"Fue un claro asunto de acoso laboral y ya estamos hartos", manifestaban ayer fuentes de la Orquestra que en los últimos meses han sufrido diversos incidentes internos que ha llevado incluso a la amenaza de generar cancelaciones de conciertos.

Este periódico intentó ayer conocer la opinión del Palau de les Arts aunque sin éxito. Se da la circunstancia de que la consellera de Cultura, Lola Johnson, acudía el miércoles al concierto inaugural del festival que se celebra en el teatro romano de Sagunt.

Este no es el primer incidente que sufre la Orquestra de la Comunitat Valenciana, una formación que comenzó con cerca de noventa músicos y que en apenas cinco años de vida ha perdido a un tercio de los mismos. Las plazas de estos no han sido cubiertas por lo que el Palau de les Arts ha de contratar para cada ópera o concierto a los músicos necesarios para completar el plantel. Sin ir más lejos, hace unos días, la mitad de la sinfónica que actuaba en el Festival de Granada eran contratados eventuales, algo que también ha sucedido durante la celebración del reciente Festival del Mediterráneo. La situación interna en el Palau de les Arts es una bomba de relojería cuyo reloj continúa en marcha.