En su afán por reorganizar el funcionamiento del Palau de les Arts tras la entrada de Berklee o el anuncio de que las sociedades musicales tengan presencia en el coliseo valenciano, ahora la Generalitat quiere unir al Cor, la Orquestra de la Comunitat Valenciana, residente de Les Arts, y el Ballet de Teatres.

Así lo revelaba ayer la consellera de Cultura, Lola Johnson, quien afirmaba el interés de su departamento por que exista una "programación conjunta o de la manera más conjunta posible" de los tres colectivos.

Johnson defendía que "ahora es el momento de que las infraestructuras culturales tengan la dotación más adecuada posible", por lo que dedicarán sus esfuerzos a "planificar de la mejor manera posible todas las opciones culturales que permitan llegar a todos los puntos de la Comunitat Valenciana".

Lo que no aclaró es de qué forma se va a articular esa colaboración cuando la Orquestra tiene un apretado calendario de actuaciones, como es el caso del Cor que ha dejado incluso de colaborar con el Palau de la Música, mientras el Ballet tiene una presencia más irregular, aunque disponga de sede y plantilla.

Tampoco reveló si su idea es que el Ballet también tenga protagonismo en el Palau de les Arts o si la Intendente Helga Schmidt estaba al corriente de esa idea.

Lo que sí parece indicar es una nueva vuelta de tuerca en torno a los contenidos y usos de Les Arts, con una orquesta envuelta en problemas y con las arcas del auditorio en decadencia debido al elevado coste del mantenimiento del Palau de les Arts.

La Orquestra de la Comunitat se encuentra desde hace tiempo sin secretario técnico- el anterior está enfrentado con los músicos aunque sigue vinculado a Les Arts-ni inspector. De hecho, ahora ha trascendido que antes de las elecciones, y viendo la situación hacia la que derivaba la Orquestra, el colectivo denunció por escrito su situación a Presidencia e incluso pidió ser gestionada desde el Instituto Valenciano de la Música que ya tiene adscrito al Cor.