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El año que se acaba ha sido el de los escritores hispanos. Eso dice, al menos, la estadística de préstamos de la Biblioteca Pública de Valencia. De los quince títulos más llevados a casa por los usuarios, diez están firmados por autores españoles y uno por el hispano-peruano Mario Vargas Llosa (El sueño del celta). En la lista de privilegiados solo logran colarse los foráneos Ken Follett, Umberto Eco, Camilla Läckberg y Dan Brown. Para que sirva de comparación: en 2010, había seis novelistas extranjeros entre los diez libros más prestados.

De nuevo, no es un best seller editorial el libro que lidera la tabla de libros preferidos para los lectores con carnet. El Premio Nadal de este año (Donde nadie te encuentre, de Alicia Giménez Bartlett) se eleva al trono de la novela más prestada (se la han llevado 114 veces). La historia de la Pastora, el temido maquis del Maestrat que pasó a la leyenda como hermafrodita, supera al propio Follett y a Almudena Grandes en el podio de 2011.

En 2010, fue otra novela de más vuelos literarios que editoriales la más prestada en el casón del viejo Hospital General de Valencia: Invisible, de Paul Auster.

No obstante, conviene tener en cuenta que no todos los libros compiten en el anaquel desde el 1 de enero, ya que algunos han salido a la calle en el último semestre. En eso lleva ventaja el ganador del Premio Nadal, pues se falla cada 6 de enero.

Así, varios de los libros más prestados en 2011 fueron editados en los últimos meses de 2010. Sucede así con las novelas de Grandes -muy solicitada desde su aparición-, Vargas Llosa, Eco o los dos elegidos del Planeta 2010 (Eduardo Mendoza y la valenciana Carmen Amoraga).

La sorpresa de García-Lliberós

Que los premios sirven para algo queda demostrado al ver que tanto los vencedores del Planeta como los del Nadal y el Tusquets (Rafael Reig, Todo está perdonado) aparecen en la lista de títulos con más préstamos.

Frente al éxito de galardonados y best sellers, sobresale el caso de Lucía o la fragilidad de las fuertes, de la colaboradora del suplemento cultural de Levante-EMV María García-Lliberós, que aparece en el número ocho del ránking. Y eso que lo editó una firma pequeña (Plataforma).

La Biblioteca Pública de Valencia ha visto en 2011 como se disparaba su cifra de visitas, que ha crecido un 36 % con respecto a 2010, año en el que ya subió.

Frente a ello, el préstamo de documentos (los usuarios también se llevan música y películas) se ha estancado, fundamentalmente porque la gente se lleva menos CD. "Posiblemente, debido al efecto de las descargas", apunta la directora, María Jesús Carrillo.

El dato indica asimismo, añade, que el uso de la biblioteca en el siglo XXI se orienta cada vez más hacia un gran espacio de dinamización cultural (lectura en sala, prensa, talleres, consulta de internet) y el concepto de lugar de préstamo de obras pierde vigencia.