La Fundación La Luz de las Imágenes ha restaurado una escultura de San Vicente Ferrer Niño de la iglesia de San Martín de Valencia, según informaron ayer fuentes de la Generalitat.

La existencia de esculturas que representan a San Vicente Ferrer en su infancia se debe a que, según plasman sus biógrafos, a los nueve años ya realizó un milagro al sanar unas llagas a un niño de cinco. La talla, una pequeña obra de 61 centímetros, se atribuye al escultor barroco valenciano José Esteve Bonet.

La obra se encontraba fragmentada en varias partes como consecuencia de los cambios de temperatura y humedad, que también habían afectado a la estabilidad de la preparación y habían ocasionado pérdidas de la película pictórica. Asimismo, se había visto afectada la estabilidad de la plata corlada, imitando al oro, y habían aparecido óxidos que distorsionaban la estabilidad de la escultura.

Tras un largo y complejo proceso de restauración, la pieza ha sido devuelta la iglesia de San Martín de Valencia.