Damrau y De Maistre

palau de la música (valencia)

Diana Damrau (soprano) y Xavier de Maistre (arpa). Obras de Schubert, Tárrega, R. Strauss, Hahn, Chausson. Fauré, Duparc y Dell'Acqua. 11 de enero.

Entrevistado para este periódico hace dos años, el arpista francés Xavier de Maistre (Toulon, 1973) habló con entusiasmo de su colaboración con cantantes como la soprano alemana Diana Damrau (Gunzburgo, 1971). El recital con que ésta ha debutado en el Palau ha demostrado que aquel era un sentimiento plenamente justificado.

El programa, con una parte dedicada al Lied alemán y la otra al la mélodie francesa, pareció siempre doblemente condicionado por la búsqueda de páginas en que la voz se sintiera cómoda y el instrumento pudiera sustituir con máxima brillantez al piano en el acompañamiento. El acierto sin excepción alguna en la selección constituyó un factor necesario aunque no suficiente del formidable éxito obtenido. Lo único que faltó fue un número de espectadores a la altura de la importancia del acontecimiento.

Damrau es una lírica ligera que actualmente parece atravesar ese momento de dulzura irrepetible en que el timbre empieza a cobrar una creciente carnosidad sin que se aprecie todavía la más mínima merma en la agilidad. El punto ideal, pues, para en Schubert dejar la emisión y los ánimos suspendidos en los clímax de Du bist die Ruh, dotar a Gretchen am Spinnrade de un dramatismo no por operístico menos atractivo o iniciar la última estrofa del Ave Maria con el mínimo volumen audible. Lo mismo vale para un Strauss aún más variado entre lo declamatorio (Epheu), lo chispeante (Schlagende Herzen), la gracia (Nichts) y la concentración reflexiva (Beim Schlafengehen).

Las dos mélodies de Hahn y las cuatro de Chausson tuvieron como denominador común la capacidad para la expresión de una ternura que rozó la infinitud en Le temps des lilas del segundo. Tras una Chanson triste y sobre todo una Invitation au voyage, de Duparc, asimismo insuperables, en la Villanelle de Eva dell'Acqua se optó por las variantes de mayor virtuosismo. Se acabó así de colmar el rico catálogo de exquisiteces musicales exhibido por una pareja de intérpretes con justicia en lo más alto de sus respectivos escalafones.