¿Cómo es Loquillo «A solas» en su nueva gira por teatros?

Es un recorrido por mis discos en solitario, ofrecemos un repaso por discos diferentes en el espacio adecuado, que es un teatro, y en especial de mi último trabajo, Su nombre era el de todas las mujeres, basado en la poesía de Luis Alberto de Cuenca.

Luis Alberto de Cuenca dijo hace unos días que escribió esos poemas hace años pensando en Loquillo sin saberlo.

Eso es un cumplido de Luis Alberto. Para trabajar el disco nos hemos pasado cinco o seis años y hasta que no hemos encontrado la estructura adecuada no lo hemos hecho.

¿Le han criticado por unirse a un exsecretario de Estado de Cultura del gobierno de Aznar?

No sé, también canté a Pablo Neruda, que estaba en política. He cantado a muchos poetas, como Jaime Gil de Biedma, Jacques Brel, Mario Benedetti o Bernardo Atxaga y si tuviera que hacer caso a lo que dicen no sería yo. Ese es un debate pueril y propio de una España carpetovetónica que no me interesa nada. Este país está tardando demasiado en cambiar ciertos clichés caducos porque en la poesía y en la cultura caben todos.

¿Qué espera para la cultura con el nuevo gobierno del PP?

Creo que es necesario un pacto cultural en España, que no sea sectario y que sea independiente del poder político que gobierne porque parece que eso sigue sin entenderse. En el gobierno anterior, con los artistas de la ceja, todos sabemos quién se llevó las subvenciones y quién no. Yo estoy orgulloso de llevar un espectáculo —autofinanciado, a mí nadie me paga nada— que pone el acento en la poesía española con independencia. Puede sonar a acto de fe pero es así.

¿La SGAE tiene solución?

Tiene solución como cualquier empresa que pasa por un momento difícil. La SGAE era una entidad carpetovetónica que tiene que ponerse al día y eso lo tienen que hacer los autores. Ahora ha entrado una sociedad gestora y las cosas están empezando a ponerse en orden. Lo que hace falta es que entre una nueva junta directiva que ordene la casa, que se quiten los pufos y que rindan cuentas.

Teddy Bautista, Urdangarín, Camps, Matas... ¿esto no tiene fin?

La actitud de cualquier persona con cargo público me preocupa muchísimo porque quien sale perdiendo es el sistema democrático. Con Urdangarín, la que sale perdiendo es la Casa Real y eso no me interesa mucho.

¿Le preocupa la piratería?

Me preocupa que las operadoras se forren, que tengamos el ADSL más caro de Europa. ¿Por qué no hablamos de ello un poco en lugar de buscar el enfrentamiento entre autores e internautas? Esto es un montaje de las operadoras para que no se hable de ellas.

En una entrevista dijo: «Solo hay dos estrellas del rock, Enrique Bunbury y yo». ¿Era de broma o lo mantiene?

(Ríe) Eso lo dije por nuestra estructura especial, por nuestras afinidades, por nuestras banalidades, por nuestro hedonismo, por nuestro ego.... y por eso lo mantengo. Nunca te fíes de una estrella del pop o del rock que sea humilde porque son los peores, huye de esos porque son unos mentirosos absolutos.

En los últimos años vemos a muchos cantantes de su generación hacer dúos y colaboraciones. ¿Usted no?

Es que yo para colaborar con alguien tengo que ser amigo suyo. Sí me llaman a veces para esas cosas, pero si no hay roce, si no hay una relación, no tengo por qué colaborar. Si no sientes, no padeces.

¿Sigue a nuevas bandas?

Sí, naturalmente. Me gustan mucho los madrileños The Right Ons y, en Barcelona, Love of Lesbian, Sidonie, The New Raemon...