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"La violencia de género es una cuestión ideológica", afirmó la antropóloga Concepción González del Río durante la presentación de la última novela de Virginia Oviedo. Con motivo de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer Trabajadora, el Club Diario Levante acogió la presentación del libro de esta escritora, artista plástica y empresaria nacida en Lima (Perú), Bernardina. Del cielo al infierno, y un coloquio posterior sobre la violencia de género.

Presentado y moderado por la empresaria Yolanda Casas, el debate despejó dudas y aportó nuevas reflexiones sobre esta lacra social. El testimonio sobrecogedor de Lucila Agredano León, madre de Rocío López Agredano, una joven castellonense de 25 años, asesinada el 20 de noviembre de 2008 a manos de su expareja, situó en sus verdaderas y crudas dimensiones esta violencia, en la mayoría de los casos, silenciosa, pero que desde el año 2000 se ha cobrado 782 víctimas. Agredano es presidenta de la Asociación de ayuda a los familiares de víctimas Rocío López Agredano y reclamó que "la igualdad ante la justicia debe ser real. Se habla mucho de la reinserción de presos, pero nos olvidamos de las víctimas de la violencia de género, que, frente a las del terrorismo, se nos considera de segunda categoría".

"Desde Afavir, explicó Agredano, luchamos para que la sociedad sea más justa, para recuperar los valores y el respeto con más educación desde la infancia, pero también luchamos para que se aplique el cumplimiento íntegro de las penas a los asesinos, violadores y pederastas".

La psicóloga María José Román, precedida de una larga trayectoria dedicada a la atención a las víctimas, explicó el protocolo de actuación, caracterizado por su transversalidad, que proporciona la Red AMINVI, Red de apoyo a la mujer inmigrante víctima de violencia de género de la que ella es su coordinadora de formación. En la actualidad, esta red agrupa a 14 asociaciones de ayuda a la mujer. Para la autora de la guía La educación en las familias monoparentales, "las víctimas, normalmente, guardan silencio, por eso es importante que si alguna vez rompen su silencio, aprovechemos la oportunidad para ayudarlas y buscar soluciones".

La abogada y asesora de la Asociación para la Protección e Integración de la Mujer víctima de malos tratos (PRIM), Mercedes Delgado Pino, aclaró que "las mujeres no somos un colectivo, representamos el 55% de la sociedad y cuando hay una muerte por violencia de género, fallamos todos como sociedad". La también presidenta de la Asociación de Mujeres Empresarias de Valencia (ADE) explicó que la violencia de género tiene una base, un origen y se desarrolla de distinta manera que cualquier otro tipo de violencia, y por eso tiene una legislación diferente. "Se basa en la desigualdad, en la inseguridad y la vulnerabilidad que supone la dependencia del hombre, que se reafirma con violencia sometiendo a la mujer".

La violencia silenciosa

La novela de Virginia Oviedo, que se considera una autodidacta, desvela con toda crudeza la violencia de género. "Como casi todas mis historias, la de Bernardina también es de denuncia social y está inspirada en hechos reales". Madre de tres hijos, siete nietos y un bisnieto, Oviedo piensa que "sobreprotegemos a nuestros hijos y los hacemos indefensos. Por otra parte, los celos, cuando son excesivos, hacen creer al hombre que la mujer es de su propiedad. Si mi novela contribuye a que una mujer, un sola mujer, diga basta ya, supondrá una gran satisfacción y alegría para mí".