En literatura, por suerte, hace tiempo que ya no se utiliza ninguna etiqueta para identificar el sexo del autor. En cambio, en otros géneros, como la historieta, donde aún siguen siendo mayoría los creadores masculinos, los superhéroes y la acción, la etiqueta "cómic de autoras" puede servir para centrar la atención sobre una oferta que plantea otras historias y otras maneras de contarlas. Detrás de esta propuesta están diversas creadoras, muchas de ellas españolas, que colocan los sentimientos en primer plano.

Cristina Durán firma junto al guionista Miguel Ángel Bou ´La máquina de Efrén´, una novela gráfica en la que narran el proceso que como pareja han vivido para adoptar a Selam, una niña etíope. Efrén es el guía que les ayuda en una peripecia que han recreado en dibujos conforme ocurría, a modo de un cuaderno de viaje. En ´La muchacha salvaje´, Mireia Pérez narra las aventuras de una joven prehistórica, Con un estilo narrativo y visual que tiene ecos del gran autor francés Joann Sfar, su protagonista realiza un viaje en el que conoce otras tribus y costumbres, descubre el sexo y la soledad y, de alguna manera, comprende mejor su identidad personal.

´Sangre de mi sangre´, la primera novela gráfica de Lola Lorente, es el fruto de cuatro años de trabajo. Con el pretexto argumental de la fiesta que preparan dos amigos adolescentes, la autora indaga en la psicología de sus personajes, sus sueños, sus recuerdos y las jerarquías, más o menos visibles, que existen en cada grupo humano. ´Wáluk´, de Ana Miralles y con guión de Emilio Ruiz, es una fábula que humaniza a un grupo de osos polares y a través de la historia de un pequeño osezno abandonado habla de la amistad, la degradación ecológica y la crueldad humana.

Fuera del ámbito español, la francesa Aude Picault y la norteamericana Julia Wertz son dos autoras también interesantes. La primera propone, en ´Charanga´, una historia desenfadada protagonizada por una chica que pulula por un festival de música en el que participan multitud de bandas disfrazadas de modos sorprendentes. Y con ´Whiskey & Nueva York´, Julia Wertz presenta un diario personal, a menudo hiriente, sobre su primer año como aspirante a artista en Nueva York. Una experiencia que, dice, es única, tanto si tienes éxito como si no.