El Palau de les Arts ha esperado este año a principios de agosto para presentar un adelanto de la programación de la próxima temporada (la séptima), que pese a lo avanzado del año aún no ha cerrado, como prueba el hecho de que solo ha apuntado los nombres de algunos de los cantantes que participarán. Incluso falta por saber quién será el director musical del último de los títulos previstos (La flauta mágica).

Es la evidencia de las apreturas económicas que el coliseo atraviesa, con la progresiva reducción de las aportaciones de la Generalitat y el Ministerio de Cultura. Así, uno de los datos destacados de la programación anunciada es la reducción del número de representaciones de ópera: de 37 funciones en la última temporada se pasa a 31, ya que hay un título menos (cinco por seis del último ciclo).

Y ello contando solo las óperas escenificadas. La diferencia de funciones es mucho mayor si se tienen en cuenta las óperas en concierto, que desaparecen de la programación de la próxima temporada tras ser uno de los pilares de la última (se desarrollaron hasta cuatro títulos en esta modalidad, más uno en el V Festival del Mediterrani). Ha pesado la escasa aceptación que este formato ha tenido entre el público de Les Arts, aunque resuenan ahora las palabras de Zubin Mehta en febrero pasado, en la presentación del festival de primavera que preside en el coliseo. "El periodo es el que es y es mejor una ópera en concierto con grandes cantantes que con escena y cantantes de segundo nivel", dijo entonces. "Es mejor hacer óperas en versión concierto que no hacerlas", remachó la intendente, Helga Schmidt, en aquella ocasión.

Otra evidencia de la situación económicamente crítica es que, como la mayoría de grandes teatros de ópera, Les Arts ha apostado más que nunca por el repertorio clásico y popular: Verdi -el argumento ideal han sido los 200 años del nacimiento del autor italiano-, La Bohème (es una reposición), El barbero de Sevilla y el título más representado de Mozart.

Si en la última temporada se pudo asistir a una nueva producción propia (Don Giovanni) y una nueva coproducción (Boris Godunov), para la próxima las cuentas solo permiten presentar una coproducción nueva. Es otro indicio de las dificultades económicas. Se trata de I due Foscari, realizada en colaboración con la Ópera de Los Ángeles, el teatro que dirige Plácido Domingo, que regresará con un nuevo papel de barítono en su debut en Europa como Foscari.

El cantante vuelve a ser el gran reclamo de la programación junto con el director Riccardo Chailly -tomará la batuta en La Bohème-, del que se espera que por fin, tras varios anuncios frustrados (incluido su fichaje como sustituto de Lorin Maazel), aterrice en el complejo de Calatrava.

Les Arts ha contado este año con más de 17 millones de euros de presupuesto entre las aportaciones de la Generalitat y el ministerio. De cara a 2013 se da por hecha una nueva reducción. De ahí, las dificultades para cerrar repartos, de los que el coliseo solo avanza que se tratará de "nuevos valores del panorama lírico". Asimismo, Schmidt solo ha confirmado por el momento un título para el VI Festival del Mediterrani (Otello, también de Verdi), cuando lo habitual son dos. El Un ballo in maschera que Marcelo Álvarez anunció en su web que cantaría en febrero de 2013 ha quedado también en el cajón.