A través de la paleta, el pintor valenciano Ignacio Pinazo (1849-1916) capturó la cotidianidad de sus días, reflejó paisajes locales, retratos, escenas marítimas y populares. El Institut Valencià d'Art Modern (IVAM), que posee 489 trabajos de este artista, expone desde ayer y hasta el próximo 23 de septiembre 49 de sus obras -43 óleos sobre lienzo y tabla y 6 dibujos-. Los trabajos se exhiben temática y cronológicamente e ilustran la evolución del pintor y su faceta más personal e improvisada, aquella que le aleja de los convencionalismos académicos del siglo XIX y le sitúa como referente de la experimentación vanguardista.

La exposición, comisariada por el profesor Javier Pérez Rojas, se enmarca en la Cátedra Ignacio Pinazo que el IVAM desarrolla con la Universitat de València y se hace eco de los "trazos de apariencia inacabada" del artista, indicó ayer Aída Pons, colaboradora de la cátedra. La de Pinazo era, según Pons, "una improvisación meditada" con la que señalaba el arte del mañana.