El legado de Miguel Hernández llegará hoy a la provincia de Jaén, donde quedará instalado tanto en la capital, para su estudio, como en Quesada -localidad natal de la esposa del poeta, Josefina Manresa-, donde se ubicará la parte expositiva.

Así lo reveló ayer el presidente de la diputación jienense, Francisco Reyes, quien anunció la firma del protocolo correspondiente con los herederos del autor de El rayo que no cesa. Será esta mañana en el Palacio Provincial, donde también se recibirá el furgón en el que se trasladará el conjunto de piezas y bienes.

"Ya anuncio que la parte expositiva estará instalada en Quesada, en las inmediaciones del Museo Zabaleta, y el resto para su estudio estará en el Instituto de Estudios Giennenses (IEG)", explicó sobre un legado que ha permanecido en Elx -donde murió Manresa- desde hace 26 años y a cuyo ayuntamiento los herederos reclaman cerca de 1,5 millones de euros por la rescisión del acuerdo firmado en 2010 con el anterior alcalde. El nuevo gobierno de Elx, en manos del PP, se basa en la situación económica actual para no mantener el convenio con la familia del autor. Este conllevaba el pago de 3 millones de euros durante 20 años, 1,6 para la familia y el resto para una fundación.

Aunque el Consell se manifestó a favor de una solución que evitara que el legado del poeta de Orihuela saliera de tierras valenciana, al final no ha sido así.

El pasado junio, la nuera del escritor, Lucía Izquierdo, anunció que se trabajaba en un nuevo proyecto cultural en Jaén. Los 5.000 documentos, manuscritos y objetos personales del legado están depositados en la caja fuerte de un banco desde noviembre de 2011, cuando la familia lo sacó del Archivo Municipal de Elx.