Literato de fin de semana, escritor frustrado que cumple un sueño, joven promesa... ¿Qué es usted?

Soy un periodista que ha tenido la osadía de escribir un libro, pero coherente con mi línea profesional. Los relatos no se alejan mucho de lo que hago, solo que los reportajes duran 1,20 minutos y estos, diez folios. Veremos hasta dónde lleva.

¿Las historias mínimas no son menos literatura?

No. Me parecen la gran literatura. No hay protagonista pequeño si cualquiera se identifica. Esa es la esencia de la literatura.

¿Le interesa más la gente corriente que los famosos y estrellas?

Me toca entrevistar a gente conocida y trato de sacar lo que llevan de gente normal. Pero sí, me interesa mucho el vecino del cuarto, la florista o el quiosquero.

Son relatos introspectivos. ¿Importa más lo de dentro que el entorno, ya sean crisis, guerras o dictaduras?

Al final, la preocupación de un hombre que está muriendo y su mujer adelanta el parto para que conozca al hijo es esa y el entorno podría ser España, Francia y cualquier época, aunque la realidad siempre encuentra la grieta por la que colarse.

¿Entiende la muerte, esencia de bastantes de sus relatos?

Es algo que me fascina: más que la muerte, la desaparición. De ser fundamental, pasa el duelo y te conviertes en algo borroso y, por suerte, acabas en un limbo que solo es tema de conversación en fiestas de guardar. Parecemos insustituibles y somos fáciles de olvidar.

La vida a veces es la mayor de las aventuras, dice. ¿Hoy también, cuando no nos llega la camisa al cuerpo?

Ahora es una aventura peligrosa, en la que más que vivir sobrevivimos para que llegue mañana. Pero el ser humano es aventurero y podrá superar esta película de terror. Por eso dedico el libro a los que no se rinden.

¿Reivindica la melancolía: mirar atrás con cierta benevolencia?

Sí, reivindico mirar al propio pasado, porque somos lo que fuimos. Me parece un ejercicio poético y sano: no olvidar orígenes y penurias para construir un futuro mejor.

¿Teme que la crítica lo devore, como a su compañera Mara Torres?

No ha sido tantoÉ Pero salgo todos los días en televisión, y con un estilo que dicen que es diferente, y tengo asumido que me expongo al juicio público.

¿Lo importante es ser diferente, no ser uno más, del montón?

No me planteo ser diferente, solo hago mi trabajo como me nace y pido respeto para esa forma igual que yo respeto a los que utilizan otra. Que luego guste o noÉ

¿Han cambiado muchas cosas en TVE con el relevo de equipo directivo?

Yo he estado con el anterior equipo muy bien tratado y con este sigo igual y con la misma libertad creativa y de temas. Me siento un afortunado.